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Tori Vega.

-¿Tori... Eso quiere decir que tú... Tú...-tartamudeó frunciendo las cejas.

-Yo también estoy enamorada de tí, nunca dejé de estarlo, Jadelyn.-finalmente solté, quitándome un peso de encima.

Ella se sonrojó y pestañeó un par de veces.

Mi corazón latía desbocado, sentí que temblaba, y es que, mi confesión la había hecho reaccionar.

-¿Tú me quieres todavía así, Jade? -le pregunté tragando grueso.

Aquella jugada era mi último tiro.

Quizás por eso mi mente se cerró entre nosotras dos.
Olvidé dónde y cómo estábamos, entré en un plano diferente, en donde sólo existiamos la gótica y yo.

Volví al pasado...

Volví a nuestro verano, aquél cálido verano en donde nos enamorados tonta y locamente, mismo verano en donde nos descubrimos, nos conocimos realmente, nos amamos por primera vez...
Tan jóvenes, tan puras en aquél momento, tan entregadas y tan incondicionales.

-Lo hago...-habló-Por mucho tiempo que pase, si el amor es verdadero, no caduca...-me miró a los ojos-Y creo que lo que yo siento por tí, nunca me dejará en paz. Me perturba, de hecho.-rodó los ojos, para sonreír.

-Eso quiere decir que... -susurré con una sonrisa.

-Sí...-sonrojada me miró.

-¿Quieres volverlo a intentar? -le pregunté tomando su mano y sonriéndole dulcemente, mi corazón no paraba de latir desbocado.

-Creo que nunca me cansaría de intentarlo contigo, Victoria Vega.-rodó los ojos-¿Tú quieres intentarlo?

-Con una condición lo haría...-decreté seria, ella frunció las cejas.

-¿Cuál?

-Que ésta vez, no termine nunca. -la miré fijamente.

-Trato hecho...-ella soltó una risita para tomarme del rostro y besarme la mejilla dulcemente.

Hace mucho tiempo que ella no lo hacía, y a pesar de haberlo hecho ahí, en mi mejilla, me sentí en el cielo.

Ella se fue separando lentamente de mi rostro, sin embargo, yo tomé el suyo entre mis manos y muy cerca le susurré.

-Creo que en la mejilla no sería la mejor opción... -sugerí.

-Muéstrame en donde, entonces...-sonrió sencillamente y yo me encargué de unir nuestros labios.

Fue un beso corto, fugaz, sencillo, menos de diez segundos, que en mi mente se transformaron en horas y horas de adrenalina pura.

-Te quiero, Tori...-finalmente me susurró y yo tuve que reprimir mis gritos y saltos de emoción.

Sonreí con toda la felicidad que habitaba en mi rostro y le susurré lo mismo.

-¡Así que esa era la indirecta! -llegó a nuestro lado uno de los chicos que minutos atrás nos había estado fastidiando, al cabo de unos segundos, el otro chico llegó a su lado.

-Ya veo que sus dos pequeñas neuronas pudieron finalmente darse cuenta...-habló Jade con sorna y una sonrisa triunfante y a la vez de superioridad.

-¡Oh por Dios! ¿Cómo no me pude dar cuenta que ustedes eran... Eran...-se trabó el otro chico, nervioso.

-Pareja. -acompletó Jade, con su sonrisa-Lo somos. Y a mucha honra. Creo que ya se pueden ir.

-Bye... Bye...-me despedí con una risilla de ellos, mientras con mi mano hacia ademanes.

-¿Quieres que te lleve a casa, Tori? -me preguntó Jade mirándome seria, mientras con cariño, sus ojos me adoraban, ella tomó mi mano.

-Eso sería genial...-sonreí agradecida mientras ella bajaba de la silla y yo la seguí, ambas de la mano.

✯𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝑯𝒊𝒏𝒕✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora