«𝗧𝗼𝗿𝗶:
¿Por qué 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 me seducen los chicos que 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 me han 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰?
𝗝𝗮𝗱𝗲:
No quiero 𝙨𝙤𝙣𝙖𝙧 𝘰𝘥𝘪𝘰𝘴𝘢, sólo quiero 𝘴𝘦𝘳 𝘦𝘥𝘶𝘤𝘢𝘥𝘢, pero 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 me parecen 𝘮𝘰𝘥𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘦𝘭...
𝗧𝗼𝗿𝗶 & 𝗝𝗮𝗱...
Me recordaban aquellos gestos tantas cosas... Tantas cosas que ella creía que yo había olvidado, pero ese no era el caso.
FLASHBACK.
DOS AÑOS ANTES
Jade me había invitado a tu fiesta de cumpleaños número dieciséis, sí, vaya sorpresa para mí.
Luego de que me llevase a casa aquél día en la noche, me había hablado un par de veces, hasta me había invitado a comer un sandwich, luego me invitó a su casa a escucharla cantar con su banda, cosa que obviamente me negué.
Digamos qué... Realmente me aterraban algunos factores de esa chica...
Primero, su personalidad. Está bien, amaba su personalidad y ese era el problema... Tenía algo de miedo porque ella parecía ser peligrosa, pero a la vez tierna, ¡Caracoles! Me confundía tanto... Y no era miedo a lo que ella podía hacerme, si no a lo que yo podría llegar a sentir por ella.
Segundo, su trato conmigo. En las veces que habíamos salido me había defendido un par de veces, además de mostrarse demasiado dura, pero demostrarse a la vez bastante dulce, en su mirada había algo diferente... Realmente no quería pensar nada descabellado, pero la forma en la que me hablaba o miraba, su mirada mostraba esa chispa, tal cual como la de cuando hablas de tu película favorita...
Tercero... Jade era demasiado dura, rústica, odiosa, fuerte... Pero... Pero me parecía hermosa, tierna, fantástica, fabulosa... Sí, eso era una razón para alejarme, porque ella me estaba comenzando a ¿Atraer? No, no puede ser... Pero es que... Sus ojos cuando se posaban contra los míos, aquellos orbes celestes tan fríos y cálidos a la vez...
...Lo peor de todo no era aquello, sino que, por las actitudes de Jade, yo también parecía atraerle, lo que me llenaba de forma extraña y a la vez, me deprimía. ¿Como alguien como ella miraba a alguien tan básico como yo?
En fin, terminé de maquillarme y me apliqué perfume, tenía que ir a la fiesta de Jade, era ésta noche.
Sí, sé que dije que no iría, pero no pude negarme a verla... Mucho menos en su cumpleaños...
Me levanté de mi cómoda y miré por la ventana hasta su casa, la música estaba fuertísima, se escuchaba hasta en mi alcoba, ví muchos adolescentes saliendo y entrando de su casa, además de varios autos estacionados en el frente de ésta.
Tragué saliva.
No conocía a nadie de ahí. Y seguro Jade estaría muy ocupada...
Seguro me quedaría sola en toda la fiesta.
Suspiré. Ella me había hecho prometerle que iría, pues cantaría esa noche con unos amigos de su escuela... La misma escuela a la que asistía Trina.
Negué y salí de mi cuarto, bajé las escaleras y tomé el regalo que había comprado para ella.
Sí, sí iría, la escucharía cantar, le daría el obsequio e inventaría cualquier motivo para dejar la fiesta y volver a casa.
Sí eso es lo que haré.
Mi corazón se aceleró con nervios y me acerqué a la puerta, toqué varias veces mientras mi pierna derecha se movía con entusiasmo... Quizás la música estaba tan fuerte que no escuchaba.
—Oye, bonita...—un chico moreno me sonrió llegando a mi lado, tenía una camisa, corbata y jeans, además de una Converse negras—Si quieres entrar a la fiesta, debes abrir la puerta... No creo que Jade haya contratado a un portero...—sonrió mientras habría la puerta y me hacía pasar antes que él.
Yo entré y le regalé una sonrisa.
—Gracias...—susurré.
Él sonrió y negó.
—No es nada. —entró y sin más, se perdió en el gentío de la fiesta.
"Perfecto, ahora estaba sola..." Negué nerviosa y me adentré más en la casa, conociéndola por dentro.
—Wow...—susurré asombrada. Todo estaba perfectamente decorado, además de haber un pequeño espacio dentro de la sala que tenía varios instrumentos, seguramente para cantar posteriormente.
—¿Te gusta lo que ves? —susurró en mi oído, una voz que me hizo sonrojar y voltearme hacia la dueña de aquella hermosa voz tan ronca y fuerte.
Jade estaba hermosa. Había pintado algunos mechones de colores en su cabello, ahora se veía más hermosa. Estaba perfectamente maquillada, vestida como una total chica Punk con mezcla de gótica.
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—Hermosa...—susurré inconcientemente al detallarla.
Al darme cuenta de lo que había dicho, abrí los ojos y me sonrojé. Ella sólo sonrió y con una sonrisa galante me respondió:
—Tú también estás hermosa...
Para tratar de aliviar la tensión, decidí entregarle el regalo que le había comprado.
Ella bajó la cabeza, ¿Nerviosa? En realidad ella me parecía adorable.
FIN DEL FLASHBACK.
—¡VEGA! —gritaron André, Sikowitz y Jade, haciéndome salir de mis pensamientos.
¡Dios, me había perdido en aquél recuerdo o bien, pensamiento! Tragué saliva nerviosa y negué ruborizada.
—¿¡En qué piensas Tori!? ¡Tenemos más de un minuto queriendo llamar tu atención! —exclamó André.
Ya en el escenario estaban Jade, André y Beck. Sikowitz estaba sentado en una de las sillas principales y Cat estaba encargada del sonido e iluminación junto a Robbie, pero éste se había tenido que ir temprano por un dolor de estómago.
—Lo siento, lo siento... Yo sólo... Me perdí, no sé que me pasó...—puse una mano en mi frente, empezaba a sentir migraña, miré al escenario. Jade me miraba.
Me miraba desafiante, tenía puesto un delantal y un vestido naranja. ¡Que extrañeza! Seguro se sentiría rara, sin embargo con su sonrisa burlesca, sólo disfrutaba la escena.