✯𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝑯𝒊𝒏𝒕✯

❀18❀

Tori Vega.

FLASHBACK

DOS AÑOS ANTES

-¿¡Cómo pudiste hacerlo!? -me preguntó histérica Jade, a punto de correr su maquillaje por las lágrimas que poblaban en sus ojos verdes.

Estábamos en mi cuarto, o el que había sido mi cuarto en la pequeña casa de papá y Trina...
Ahora todas mis pertenencias estaban en aquellas tres maletas, anunciando que mis vacaciones habían terminado, anunciando que era hora volver a la realidad.

Jade se había enterado que dentro de dos días partiría a Miami, ¿Cómo? Gracias a Trina Vega, quién le había dicho muy naturalmente «Hola, Jade, ¿Vienes a despedirte de Tori? Pasado mañana se va» y por ello, Jade había subido a mi cuarto hecha una furia nerviosa, y había entrado sin siquiera tocar.

Justo ahora ambas estábamos teniendo la discusión más grande desde que nuestro noviazgo empezó.
...Y quizás también la última.

-¿¡Por qué nunca me lo dijiste, Tori!? ¡¿No me tienes confianza?! ¡¿No me quieres lo suficiente?! -gritó dándole un fuerte golpe a la puerta, sus ojos ahora estaban llenos de lágrimas y expresaban furia.

-¡Yo te lo iba a decir ésta noche!-mentí, pues no sabía ni siquiera como dar aquella noticia.

-Mentira...-susurró con dolor mientras las dos primeras lágrimas salían de sus ojos-¡No me mientas! ¡Planeabas irte sin siquiera decirme! ¡Planeabas largarte y dejarme sola! -gritó con rabia, limpiándose las lágrimas, para nada, porque enseguida muchas más salieron de sus ojos.

-Jade... -susurré sintiendo el nudo en mi garganta, me acerqué a ella e intenté poner mi mano en su brazo.

-No, Tori...-se alejó y me miró dolida-No me toques, por favor...

-Disculpame, Jade... Perdóname por no habertelo dicho, es que... Es que...-mis ojos se llenaron de lágrimas-No quería arruinar nuestros últimos días de verano juntas... Sabes que no vivo aquí en Hollywood, sabes que vivo con mi madre en Miami... Pero vendré a verte, vendré a verte cada vez que pueda, quizás una vez a la semana, yo... Yo...

-No, Tori...-ella negó-No creo que nuestra relación funcione a distancia...-susurró, sentí como nuestro corazón se quebraba al mismo tiempo-Tori tú puedes... Tú puedes quedarte aquí... Hablaré con mi papá, puedes quedarte a dormir en la habitación de huéspedes que hay en mi casa, podemos buscar la forma, yo...

-Jade...-la frené, tomé su hombro.

-Estoy enamorada de tí, Tori... No me hagas ésto... Inténtalo por favor...-me rogó, mientras sus ojos se llenaban totalmente de agua.

-Te amo, Jade West... Pero mi vida está en Miami... Yo realmente quisiera poder quedarme, quisiera...

-No me amas, no mientras...-negó frunciendo las cejas, mientras seguía llorando-Si tú me amases tanto como dices, harías el sacrificio por estar cerca de mí, lo harías así como yo sí estoy dispuesta de enfrentarme al mundo por tí, porque lo que yo siento por tí, si es un amor verdadero... Pero tú... Tú no me amas...-negó con dolor.

Ella mentía.

Yo sí la amaba. La amaba con todo mi corazón y mis ganas de vivir, pero tenía miedo, miedo porque a pesar de haber vivido los mejores dos meses de mi vida, temía dejar toda mi vida de lado...
Tenía miedo, temía hacerlo.

...Pero ella no tenía miedo, nunca lo tuvo y esa fue nuestra grandísima diferencia.
...Ella sí estaba dispuesta a jugarse la vida.

-Jade...-tomé su rostro entre mis manos mientras mis lágrimas empapaban mi rostro-Por favor entiende... Entiende que no puedo dejar mi vida a un lado... No aún... Pero yo volveré... Volveré por tí, porque también te amo y estoy se...-sin embargo, no pude terminar porque sus labios se impactaron contra los míos, callándome con un beso que jamás deseé terminar.

Hasta que se separó y secó sus lágrimas, para mirarme fijamente a los ojos.

-Espero que te vaya muy bien, Victoria Vega. -sentenció mientras se separaba, habló en el tono frío y neutral que había desaparecido las últimas semanas; odié y me dolió con todas mis fuerzas, volverlo a oír-Intentaré olvidar que me mentiste y usaste, pero no sé si lo logre; y si vuelves, por favor no me busques, porque no te estaré esperando. -dijo sin ningún tipo de emoción, ya no parecía dolerle-Ésto termina aquí, Vega. Espero que tengas una muy buena vida, lejos de la mía. -terminó con algo de rabia y sin más, dió media vuelta dispuesta a irse.

-¡No! ¡Jade! -grité intentando frenarla-¡Maldición, te amo, Jade! -grité sin miedo alguno, cuando salió de la habitación y bajó las escaleras a paso rápido-Perdóname... ¡Perdóname! -grité mientras mi voz se quebraba, para luego escuchar el sonido de la puerta cerrándose.

Se había marchado.

FIN DEL FLASHBACK.

-¿Que qué te iba a decir antes de que llegasen esos estorbos? -me cuestionó-No lo recuerdo...-mintió.

-Recuerdas el día que te confesé todo eso en el auto... Bueno, no mentí... -susurré para mirarla y volver a bajar mi cabeza-Quise ser sincera contigo y me gustaría que tú lo fueses conmigo...

-Vega... Yo... -bajó la cabeza-Prométeme que no te reirás o burlarás...-susurró un poco sonrojada.

-Lo prometo...-dije y cuando Jade hacia ese tipo de gestos sabía lo que proseguía: ella se confesaría. A ella le daba algo de vergüenza hablar de sus sentimientos, creía que se vería inútil o frágil, yo realmente piensaba que se veía hermosa y humana.

-El día en el que te dije que aún me gustabas y que no podía verte como otra amiga, y que estúpidamente no podía olvidar aquél verano en el que fuimos pareja, yo... -tomó aire, no me miraba a los ojos, su mirada estaba perdida en sus botas negras-Yo quiero a Beck, quizás me gustó un tiempo, pero no me enamoré de él como lo hice de tí, él es dulce, pero nadie es como tú...-dijo para enseriarse-No es que seas la gran cosa, pero... -intentó hacerse la dura. La tomé del hombro.

-No te hagas la dura, que no se te olvide que yo te conozco, Jadelyn...

Ella asintió.

-El día que Sikowitz me hizo cantar You Don't Know Me, esa canción la escribí para ustedes dos, para él porque definitivamente no me conoce, para tí, porque te quedaste a pesar de todo, porque te enamoraste de mí sabiendo la existencia de todos mis demonios...

Asentí.

Recordaba tan bien ese día...

Sentí que ella me la estaba cantando a mí y así fue, ella desde aquél momentos y muchos otros, me seguía confesando que estaba aún enamorada.
...Pero me gustaba creer que aquellas sólo eran coincidencias, porque yo tenía miedo de volver a sufrir o de enamorarme sin que ella lo estuviese.

-Nunca dejé de pensar en tí, ni siquiera con Beck. -confesó-Pero no quiero obligarte a nada. De todas formas tu sabes ya quien soy y cuáles son mis sentimientos por tí.

Yo estaba sin palabra alguna.
Mi corazón se aceleró.

Se aceleró al mismo ritmo que dos años atrás, mientras que extraños nervios invadían mi cuerpo.

-¿Las cosas cambiarían si te digo que tampoco te he olvidado? -solté, pensé en voz alta.

Ella levantó su vista y me miró muy sorprendida y con un toque de nervios.