❀9❀

2.6K 284 32
                                    

Tori Vega.

Cenamos una gran, gran cantidad de Sushi, ¡Era una delicia!

-¡El sushi a mitad de precio sabe mejor! -notificó Cat sonriendo.

-¡Y que lo digas! -sonrió Beck-De hecho compraré una gran cantidad para comer toda la semana Sushi.

-¡Oigan, chicos! -llamé la atención de todos, animadamente- ¡Que viva el Nozu! -sonreí, todos allí lo hicieron, carcajeando.

Pasamos alrededor de una hora conversando, además de pedir algunas órdenes extras de pescado para llevar.

Finalmente, cuando llegó la hora de irnos, todos nos levantamos de la mesa y repetimos la secuencia que habíamos hecho en la mañana.

André con Beck, en su auto.
Jade, Cat y yo, en el de ella.

-¡Adiós, chicos! -me despedí y subí al auto, Jade lo encendió.

La gótica condujo hasta la casa de Cat primero, para mi sorpresa.
Dejando a la pelirroja sana y salva, para quedar solo ella y yo en el auto.

Había un silencio muy incómodo, el ambiente dentro de ese coche ahora estaba tan tenso, que quizás Jade con sus tijeras podría cortarlo.

Luego de unos segundos, en donde ella parecía no quitarle la vista a la carretera, yo decidí romper el hielo.

"Vamos, Tori, nada malo puede pasar..." Tragué saliva.

-Y... ¿Cómo estás? -pregunté intentado sonar cordial.

Ella pareció ignorar la pregunta, pero luego de unos segundos suspiró cansada y habló:

-Estoy bien ¿y tú? -preguntó neutralmente, queriendo hacer como así nada.

Pero para su mala suerte, yo la conocía mejor que nadie.

-¿Quieres fingir que estamos bien y hablar como si nada, o hablar de lo que en verdad nos tiene así? -pregunté de una vez, tomando la oportunidad que ella inconcientemente me había dado.

Ella se quedó pálida.

-Te escucho, Vega. -tragó saliva audiblemente, sin dejar de mirar la carretera y hablar seria.

"Tonta. No puedes fingir conmigo. Conmigo no puedes ganar. Vamos, Jade intenta engañar a todos, pero a mí no puede"

-¿Todavía te gusto? -lancé la pregunta sintiendo como mi corazón comenzaba a latir desenfrenado, como solía hacerlo.

-Oh, así que vas por ahí. -esquivó la pregunta, rodando los ojos.

-No, no sólo voy por ahí. Sólo intento comprenderte y sabes bien que lo hago.

-Bien. -aceptó.

-¡Responde la pregunta que te hice! -exclamé un poco desesperada.

-Ya te la respondí, Vega. Te la respondí el mismo día en el que comencé a perderme de nuevo. -dijo neutralmente, como si nada.

Ella se estaba volviendo a perder... Y por sentimientos encontrados, probablemente en lo que yo sea culpable.

Pero sentí un pinchazo de dolor en mi pecho.

Sí, ella era una chica difícil de entender, pero no difícil de amar.
...Y amarla era todo un placer para aquel que se diese la oportunidad.

-No tienes que responderme nada, sé cual fue tu respuesta, no me importa igual...-volvió a hablar-Hoy, en el ensayo con Sikowitz, cuando dijiste esas palabras, con esa rabia... Sé que era para mí, no tienes que molestarte por explicarme nada. Nunca te había salido tan 'natural' un papel. -soltó con ironía.

"No, no, no, no..."

De cierta forma me había identificado un poco con aquel diálogo, pero no, no la odiaba, no la quería lejos de mí.

Yo sólo... Yo sólo estaba confundida.

Yo, Tori Vega, sabía quien era Jade West perfectamente... Y no la quería perder, pero no sabía como tenerla de vuelta. ¿Cómo hacer solamente tuyo a alguien que es libre?

-No, no ha sido para tí, Jade... -susurré negando-Quiero entenderte...-la miré a los ojos, ella finalmente volteó y me miró, su rostro estaba a menos de cinco centímetros del mío.
Sus ojos estaban grises, pálidos, los colores de las luces de la ciudad se camuflajeaban en ellos, pero a diferencia de hace casi dos años, éstos ahora tenían una profunda tristeza en ellos, además de arrepentimiento y dolor.

Ella miró de nuevo a la carretera.

Al cabo de unos minutos volvió a hablar, neutralmente.

-No tienes que tenerme lástima. -dijo fría, frenando el coche enfrente de la que ahora era mí casa.

Sí, ya no vivía enfrente de ella.

-No te tengo lástima, nunca lo he hecho. Sólo yo quisiera... Quisiera... -me pausé para intentar ordenar mis pensamientos-Quisiera intentar quererte de nuevo, porque lo necesito y tú también.

Ella me miró de nuevo fijamente, sus ojos ahora estaban totalmente empañados de tristeza.

-No necesito que me quieras, Vega...-susurró, casi su voz se rompió, pero lo disimuló.

-Lo necesitas, lo veo en tus ojos, Jade... No me intentes mentir, porque sabes bien que te conozco-hablé seria-¡Y por Dios! ¡Deja de llamarme 'Vega'! ¡Soy Tori! La misma Tori de la que te enamoraste hace dos años...

Ella bajó la mirada, estaba sonrojada, y aún en la oscuridad del coche lo pude notar.

-Yo no soy la misma Jade, Tori...-susurró.

-Lo eres. -afirmé-Porque la Jadelyn West, de la que yo me enamoré, no era la chica Punk con inclinaciones góticas, de hace dos años, tampoco me enamoré de la Jade gótica y con piercings que ama las tijeras y a la vez a los conejos...

Jade me miró a los ojos confundida.

-No me enamoré de la Jade externa, me enamoré de la Jade que vive dentro de tí, esa que nunca podrás cambiar, esa es de la que me enamoré y es esa la que aún vive en tí... No son tus piercings, ni tu tatuaje de estrella, tampoco el color de tus mechones en tu cabello... Es la forma en la que tus ojos cambian de color cuando te digo algo, la forma en la que sonríes de lado reprimiendo una sonrisa, la forma en la que bajas la cabeza cuando estás avergonzada y te sonrojas... Esa es Jade.

Jade tenía los ojos vidriosos y brillantes, luego de mirarme de soslayo volvió a mirar la carretera.

...Le había dado en el blanco.

Decidí bajarme del coche.
No quería que me dijese nada, necesitaba que ella analizase mis palabras...

Porque ella me tenía, y yo sabía que la tenía a ella también.

✯𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝑯𝒊𝒏𝒕✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora