✯𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝑯𝒊𝒏𝒕✯

❀★𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐❀★

5 años después.

Tori Vega.

Desperté con una fuerte migraña aquella mañana de sábado.

Abrí mis ojos muy lentamente, chocando mi vista con varios fuertes destellos del sol, que provenían de la ventana, parcialmente abierta.

Sonreí bobamente, al cegarme con los rayos de sol.

Y justo a mi mente llegaron como si de una película se tratase, los recuerdos de la noche anterior.

Mordí mi labio inferior, y miré mi mano izquierda, viendo ansiosamente una joya que ahora se posaba en ésta.

FLASHBACK

Jade y yo finalmente nos habíamos graduado de la universidad.

Finalmente teníamos títulos con nuestros nombres adornándolos, por fin podríamos decir que lo habíamos cumplido y como lo habíamos soñado: estando juntas.

Mientras Jade había estudiado Cinematografía, yo había estudiado Música y actuación, y justo esa noche, habíamos tenido nuestro último día de universitarias.

Así es, nos habíamos graduado.

Nos habíamos mudado a New York hace cuatro años, para empezar en la universidad de NY, justo después de terminar la escuela, habíamos decidido empezar la universidad juntas y la misma vez, independizarnos.

Irnos lejos de todo y de todos, intentar conseguir algo propio, comenzar a crecer desde nuestras raíces; poniendo a prueba nuestro amor.

Sí, nos habíamos mudado juntas y sólo recordar eso me hacía sentir una manada de mariposas y una sonrisa tonta en mi rostro.

Esa noche, justo cuando partimos de nuevo a nuestro hogar, luego de la gran graduación, ella decidió llevarme a cenar.

Y, para mi sorpresa, lo había hecho en un restaurante chino nuevo, llamado Nozu.

Según ella, el lugar estaba de inauguración, pues habían pasado de tener una sede en Los Ángeles, a también en Miami y ahora New York.

Ella ordenó lo que siempre solía comer.
Yo dejé que ella decidiera un mejor plato para mí; pues estaba muy cansada.

Pero lo que me hace sonreír y sentir fuegos artificiales en mi interior, fueron las intenciones de Jade West, aquella noche.

Ella ahora tenía el cabello castaño, con reflejos tanto oscuros, como claros, quizás había dejado un poco atrás su perseverante ropa negra, pero seguía vistiéndola de vez en cuando, sonreía con más frecuencia, pero sólo a mí; porque aún, a toda costa, intentaba protegerme y amarme sobre toda las cosas.

Yo, realmente no tenía muchos cambios, aunque realmente me sentía diferente. Físicamente sólo había decidido cuidarme.