Quinta confecion

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No eran un mito. Realmente existían esos días extraños. Esos días en los que sientes tu cuerpo diferente, en los que no te reconoces a ti mismo.

Gaara pudo comprobar que era un de esos días, y lo supo apenas se levantó del sofá. Realmente ya se lo pudo imaginar durante toda la noche que pasó en vela pensando en Matsuri. Si alguna vez le hubiesen dicho que se pasaría una noche en vela pensando en una chica... bueno, lo más normal sería decir que se hubiese reído en la cara de esa persona, pero él no reía. No sólo por el hecho de que le insinuasen que sintiese algo por alguien, sino porque él no podía dormir. Al menos no en el pasado, y al parecer, esa noche tampoco.

El pelirrojo soltó un suspiro y se llevó una mano a la cabeza, dando pequeños tirones nerviosos a su cabello de fuego. A Matsuri le había tocado confesar el día anterior, y sus palabras habían impactado en la siempre calma mente del pelirrojo.

* No deberías pensar tanto, Gaara. Vas a terminar por volverte loco- el pelirrojo se sobresaltó cuándo escuchó la voz de Naruto.

* No puedo evitarlo- le respondió desviando su mirada aguamarina- Esta situación me supera.

* ¿ Te supera el enterarte de que tu alumna lleva como toda una vida enamorada de ti ?- preguntó Naruto levantando una ceja- Bueno, no se puede decir toda una vida, pero básicamente desde el primer momento que te vio.

* No eres el más indicado para hablar- gruñó el pelirrojo- Si no me equivoco a ti te pasa exactamente lo mismo, con la diferencia de que ella te lo ha confesado a la cara y tú no le has contestado.

* Supongo que tienes razón- suspiró Naruto- y que soy un cobarde. Parece ser que a mi también me supera. Pero mira- añadió dirigiendo su azul mirada hacia Gaara- Cuando todo esto acabe enmendaré mi error. Simplemente tú no cometas mi error, no dejes a una chica esperando por una respuesta.

* Lo sé. Y estoy seguro de la respuesta que le daría si no fuese un monstruo que no la merece. No puedo ir y arrebatarle una vida normal porque está lo suficientemente loca como para querer estar conmigo.

* Vamos, Gaara... De verdad, entre tú y el teme me tienen loco con ese pesimismo. ¡ Alégrate !- exclamó el rubio- Ahora el tatuaje de tu frente tendrá un verdadero sentido.

* Supongo que sí- suspiró el joven- Pero yo no sé cómo va todo esto. Lo de las relaciones no... Pues que no...

* Ya, ya- asentía Naruto comprensivo, dándole leves palmaditas en los hombros- Lo sé. Ni yo tampoco. Pero yo que sé, podrías acercarte a Matsuri y... besarla.

* ¿ Besarla ?- parpadeó confundido Gaara- ¿ Qué ?

* Ya sabes, te inclinas, labio con labio, si quieres también puedes meter la...

* ¡ Ya sé lo que es besar !- la cara de Gaara casi podía confundirse con su pelo- ¡ Quiero decir que no puedo ir y besar a mi alumna !

* Ya... la verdad es que sería muy repentino. Creo que te he dado un consejo al estilo Ero-sennin. Mejor no lo sigas- dijo Naruto acariciándose la barbilla, pensativo- Pues simplemente, habla con ella.

* No se me dan bien estas cosas, Naruto. Lo de expresar sentimientos no es lo mío.

* Hablemos de otra cosa- interrumpió Shikamaru- ¿ an notado que hinata escucho el chillido de naruto ? Si nos descubren puede llegar a ser muy problemático.

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