Amor Eterno [TERMINADA]

Epilogo

°°° 5 años después °°°

El mundo mantenía su paz habitual, la raza humana había progresado con la tecnología pero al mismo tiempo había atrasado la evolución, las personas ahora vivían en tranquilidad luego de tomar hábitos antiguos, habían decidido seguir los pasos de sus ancestros y su método de vida, pero al mismo tiempo con tecnología moderno, había sido una combinación perfecta que mantenía el balance entre razas y una paz eterna de la que nadie sería capaz de romper; ya no había pobreza, todos estaban por igual y era prohibido denigrar a la otra persona por su raza o se le llevaría al exilio.

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La Academia en su punto más alto, seguía igual, nada había cambiado y el objetivo principal de formar amistades y romper barreras entre las razas se había vuelto un hecho, no había discriminación alguna por ellas y se trataban igual. Vlad había retomado su nombre original luego de conocer a Casiopea; Krul retiró su inmunidad ante la familia Hellsing, dejándole libre ante la mansión, la academia y su presencia, más sin embargo él no quería irse de la mansión, había estado en aquel lugar bastante tiempo, recordaba los días que había estado con Walter quien era su fiel amigo y un ángel que solía ser un tanto fastidioso en cuanto a la hora de dormir - Alucard, ¿seguro que quieres quedarte? has estado aquí mucho tiempo - preguntó Krul mientras miraba a Alucard fijamente a los ojos, los ojos carmesí que en algún tiempo les dieron miedo, ahora solo le da simpatía.

Ashera solo estaba mirando la conversación a comparación de su hermana, aún le daba miedo el peli negro luego de que lo hubiese atormentado como venganza por las noches con sus sombras y algunas que otras almas fingiendo venir del mismo infierno - De todo el tiempo que me he quedado ya considero este lugar como mi hogar - hizo una pausa y su mirada se dirigió al peli largo - además tu hermano no protegerá este lugar de una catástrofe.

- De nada - comentó el pelilargo mirando a su hermana, Krul solo se estaba riendo al saber de que aquello era la verdad.

Luego de aquella conversación, Vlad se dispuso arreglarse, siempre todos los días a la misma hora iba a visitar a su querida Casiopea, pero este día era una ocasión especial, no sería un encuentro como los de siempre y la diferencia de este es que no estarían solos. Desde aquel encuentro ambos solían verse en la cafetería Timberyard, siempre hablaban y en algunas ocasiones habían salido de compras o a la casa de alguno de los dos, había estado conquistándola a su paso, al tiempo y de manera tranquila, o si lo aceptaba o no. Estaba tranquilo, no había pasado por esta situación en mucho tiempo, cosa que no era la primera vez pero sus nervios estaban presentes, nervios ante lo que pudiese pasar luego, lo que tendrían en mente y que harían, suspiró intentando eludir esos pensamientos.

El anillo que llevaba consigo siempre colgando, ya no lo tenía, ahora lo tenía ella en su dedo anular, el anillo que le había regalado a Mina pero no pudo casarse, el mismo anillo que le dio a Seras y se casaron antes de una posible extinción mundial, ese mismo anillo ahora era de Casiopea, le pertenecería a ella y sería la última vez que tendría que usarlo. Habían tomado una decisión, dejarle seguir siendo humana, sería una decisión difícil para él, verla morir y como envejecía mientras él seguía en su esplendor más joven o eso fue lo que ella pensó.

Ahora estaba en el altar con ella, un vestido hermoso color beige de manga larga, con flores de colores pasteles en algunas partes del vestido, un vestido que le arrastraba y se movía con el viento y sus movimientos. Esta vez se estaba casando como era debido, como no lo había hecho en mucho tiempo desde su primera esposa, casarse frente a gente. 

Estaba su Víctor estaba con Shelee y sus dos nietos, ambos niños habían nacido iguales a Seras, Orión y Betania, solo que el carácter fue heredado de su abuelo, Krul estaba con su hermano a regañadientes y no podían faltas, sus hermanos con su hijo, su sobrino había nacido con rasgos y carácter a los de su hermana y lo único que sacó de su hermano fueron los ojos. También estaban amigos de la academia y amigos y familiares de la novia junto a la nueva reina de Inglaterra junto a los líderes de Rumania, presenciando la boda del rey y su nueva reina.

Ahora tenían que decir sus votos matrimoniales, era el turno de Vlad, antes de articular una palabra, miró a su hijo que le dio apoyo alzando los pulgares arriba "vaya escudo" fue lo único que pensó en cuanto notó ese entusiasmo - Yo, Vlad, acepto a Casiopea como mi esposa, acepto dejar mi inmortalidad y acojo la mortalidad como voto de nuestro amor - puso el anillo en su dedo correspondiente frente a los ojos atónitos de los presentes, incluso a los de su esposa; era un secreto, el secreto que había hecho con su hijo una semana antes de la boda, en cuanto Alucard muriese, Víctor sería el nuevo rey, lo aceptó con gusto y Shelee aceptó, hicieron la ceremonia en secreto y solo faltaba que Alucard sellase aquella herencia con el voto matrimonial.

Había considerado poder al menos descansar, sabía que al hacer aquello no moriría por completo, su cuerpo y alma se sumirían en un sueño eterno, pero solo si su hijo rompía aquella promesa, él volvería a ser inmortal y despertaría; quería sentir la vida como sus esposas la sintieron, ser un "humano" y estaba feliz con ello.

Ahora era feliz con su esposa, el reflejo de todas aquellas que estuvieron al lado de él, estaba en ella, pero su alma era única y diferente, diferente a las demás y aceptaba eso, porque había roto la maldición, la maldición que había impuesto sobre ellas y que jamás les volvería a hacer daño.

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He aquí un epilogo

Me basé en la tranquilidad que puede obtener un ser inmortal al saber que por fin podría morir.