Regreso

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~ Narro Yo ~

Una hora después de la llegada de Alucard, Seras se fue al jardín, admirando la Luna roja, recordando cuando su amo la tomó suya para salvarla de la muerte en la masacre de ese pueblo, también recordó el día en que su amo desapareció en aquella gran batalla de Londres, en ese momento, recordó que cuando lo vería de nuevo, le diría de su sorpresa oculta, algo que nunca se pudo cumplir. Estaba tan concentrada en sus pensamientos, que no se percato que llegó su hijo Víctor.

- Madre, me enteré que llegó un viejo amigo de la organización, pero solo algunos lo conocen, ¿Quién es él? y principalmente ¿Por qué su presencia es tan..... oscura? - Le dijo mientras se sentaba al lado de su madre, mirando a la Luna de la misma forma que lo hacía su madre.

Víctor era el hijo de Alucard, esa era la sorpresa que Seras nunca le pudo decir a su amo y su gran amor, en la batalla de Londres, Seras tenía un mes de embarazo, pero prefirió no decir nada ante la situación que se presentaba, Su hijo que nació a los 17 años después. Seras no sabía que el embarazo en los vampiros era largo. Su hijo apenas de 13 años, era igual que su padre Alucard, sus ojos eran de un violeta intenso, su cabello negro como la noche y unos cuantos mechones rubios poco notables, su piel pálida como un queso, lo único diferente era su personalidad, tenía algo de su padre y una parte de su madre, pero a veces, podría parecer uno de los dos.

- Él es mi maestro, es un poco antipático, así que procura no ser tan social - Seras nunca le mencionó quien era su padre y como era, a pesar de que su hijo le preguntara, nunca le dijo algo- Ahora que te veo aquí, es por que de seguro hiciste tus tareas, ¿no es así? - Seras le miró de soslayo con un toque burlón, sabía que su hijo es inteligente, pero a veces se escapaba de sus deberes por que quería ganarse un puesto de trabajo en la Organización Hellsing.

- No sé de que hablas- dijo tartamudeando - Ahora que lo pienso, tengo un par de cosas que hacer y..... Creo que mi tía me está llamando, así que nos vemos luego - Se fue ocultándose en las sombras.

Seras se rió después de ver la actitud de su hijo, mientras se estaba calmando se estaba dirigiendo a su habitación, pero Alucard le habló mentalmente.

- Se puede saber ¿Quién era ese mocoso que estaba a tu lado?  le hablabas con mucha confianza - Se había olvidado que tan escalofriante era su voz.

Seras se tensó y quedó en shock, no podía decirle aún que ese niño era su propio hijo. Mientras pensaba esto, se aseguró de cerrar su mente para que su maestro no escuchara sus pensamientos.

- Es un pequeño que rescatamos cuando era un bebé, su familia era de vampiros pero lo utilizaban para otras cosas, estudia aquí para que pueda trabajar con nosotros, o eso es lo que él quiere - contestó mientras seguía su camino, sentía un poco de culpabilidad por no decirle la verdad, pero en su contestación no todo era mentira, al menos una parte pequeña.

Alucard le dejó de hablar mentalmente, ella estaba ya un poco tranquila, y ya se podía dirigir a su habitación a descansar tranquilamente. Mientras caminaba a su habitación, recordó la misión que tenía que resolver en el día de hoy y lo agotadora que era.

Cuando llegó a su habitación abrió la puerta con sus pocas fuerzas que tenía, se tiró en su ataúd, cansada del día duro, se quedó dormida, pero sabía que no iba a durar mucho ese sueño. Integra le daba misiones que solo ella podía cumplir, y no eran nada fáciles.

Mientras dormía, Alucard apareció atravesando las paredes de su habitación y se dirigió donde se encontraba su Dráculina dormida.

~ Narra Alucard ~

Amor Eterno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora