Capítulo 18: "Celestino"

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– "Si yo no tengo a mi amorcito, tú no tendrás a mi amiga" – la tomó de la mano y la jaló, bajándola de los brazos del músico.

– "Correcto, tú ganas" – rió, dejando ir finalmente a su prisionera – "Me agradas, tendrás la tercera entrada como un pago por toda la valiosa información que me has dado"

– "Hecho" – sonrió maliciosa, dándole un ligero empujón a su amiga para lanzarla contra el chico.

– "¡No soy ningún intercambio! Maldita sea la hora en que ustedes se cruzaron, ¡Son una pesadilla!" – exclamó, alejándose de ambos.



Cuando terminaron de almorzar, Ino se ofreció a ayudarles a levantar la mesa. Mientras Hinata botaba la basura, notó el desastre al interior del basurero, e imaginó todas las penurias por las cuales el músico habría atravesado para cocinar la pizza. Se rio, olvidando ya sus problemas con él, y regresó a terminar de recoger la mesa.

Ino se retiró al balcón para atender una llamada, momento que el rubio aprovechó para acercarse a la chica que se disponía a tomarse el cabello frente al lavaplatos.

– "Así que... ¿fantaseabas conmigo?" – le susurró despacio, quedándose a su lado para dejar los platos sucios junto al fregadero.

– "¿No podrías olvidarte de eso?"

– "Ya te lo dije, hay cosas que no se olvidan" – le soltó, y se volteó para pasar un trapo limpio sobre la mesa ahora vacía.

– "Tenía trece o catorce años, ustedes habían saltado recientemente a la fama y me gustabas ¿sí? Como cualquier adolescente que se encapricha con un chico famoso. Además... No se supone que te enterarías jamás" – se ajustó el moño y se agachó para buscar sus guantes amarillos – "De cualquier modo, todas esas historias no eran más que absurdos romances que la naturaleza de la ficción hacía creer posibles, ¡¿Cómo putas vas a ver a una sola chica de entre las miles de personas que figuran en los conciertos como una gran masa humana?! Es ridículo"

– "Puede que eso sí lo sea" – rio y colgó el trapo en un gancho de la pared, para ubicarse junto a ella – "Pero aún así, no has respondido claramente mi pregunta, ¿O acaso te avergüenza confesar que pensabas en mí cuando te tocabas?" – murmuró con la respiración en su cuello, parándose tras ella sin llegar a tocarla.

– "D-de qué estás hablando... Yo jamás..." – se vio interrumpida al sentir el contacto del cuerpo masculino a sus espaldas – "Jamás... Yo... Uh..."

El rubio le rodeó la cintura y cruzó los brazos justo por debajo de sus pechos. Le encantaba la idea de verla sin sujetador y en ropa deportiva. Apoyó el mentón entre su cuello y su hombro, y se quedó allí unos segundos.

– "¿Qué sucede? ¿Debo admitir que tu silencio me da la razón?"

– "Naruto por favor, Ino está aquí, compórtate" – su tono sonaba tan inseguro, que no se molestó en hacerle caso.

Avanzó medio paso para empujarla sutilmente, hasta que logró que la cadera de la chica se encontrara con el borde del mueble, y así la atrapó. Se quedó tras ella, respirando en su cuello con los ojos cerrados.

– "Está en el balcón, si llegaste a entrar la oiríamos... Por otro lado, no te veo con demasiado ánimo de hacerme a un lado..." – finalizó la frase soplando suavemente en su cuello, provocando que la chica se estremeciera.

– "Ya d-detente..." – llevó sus manos frías hasta los antebrazos que la rodeaban – "Suéltame..."

– "No, no hasta que confieses" – frente a la favorable respuesta que le entregaba la actitud de Hinata, en contraste con lo que manifestaba su voz, se tomó la libertad de rozarle el cuello con sus labios, como un fugaz intento de beso.

NaruHina "Viviendo con un famoso idiota" - HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora