Capítulo 4: "¿Estás alquilando una habitación?"

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La reunión con los productores era a las 4:00 PM, para acordar qué hacer y qué decir sobre su nuevo single "fire" en la entrevista que tendrían esa misma tarde en el hotel, y qué hacer en caso que los periodistas comenzaran a hostigar a Naruto. 

Tenían planeado reemplazar el tema del rubio con el nuevo integrante de la banda; Neji... Hyuga...

La entrevista fue transmitida en vivo, y pese a que muchos la miraban y era el tema principal de aquella noche, totalmente ajena a lo que sucedía una peliazul caminaba cabizbaja, con una bolsa plástica en sus manos en la que cargaba un pequeño paquete de galletas de agua; lo más accesible a su bolsillo. 

Suspiró hondamente.

Comprar aquel alimento le significaba no tener dinero para viajar en locomoción colectiva hasta su casa, así que debía recorrer la mitad de la ciudad a pie, hasta poder llegar. 

¿Y eso qué? 

Ni siquiera estaba asustada, si la iban a asaltar, nada tenía que perder, no tenía un solo centavo. 

A esas alturas de la caminata se había quitado ya sus sandalias de tacón, y las cargaba en su mano. Se maldecía internamente, nunca había caído tan bajo; debiendo alquiler, debiendo la cuenta de luz, probablemente la del agua, sin nada para comer, despedida del único trabajo "bueno" que había encontrado... 

Y ahora resulta que su padre trataba de meterse otra vez en su vida, pese a que ella lo había sacado hace mucho.

Aquello era demasiada información para ella, y su cabeza se encontraba al borde del colapso. 

Era sábado, estaba cesante, y no tenía nada de dinero para alcohol. 

Se vería obligada a curar su insomnio de la manera tradicional; durmiendo. 

Mientras caminaba, un automóvil blanco y pequeño se detuvo junto a ella. 

– "¿A dónde crees que vas a esta hora?" – escuchó una voz femenina que le era conocida, así que volteó. 

– "Ino..." – murmuró sin mucho entusiasmo – "Voy a casa". 

– "¿A pie? ¿Buscas que te asalten? ¡Sube ya!" – le exigió, abriendo la puerta de su coche. 

Un joven de cabello pelinegro le sonrió cuando la puerta se abrió, y ella subió de manera silenciosa. 

– "¿Estás bien?" – preguntó la rubia al volante, volteándose para observar a su amiga. 

– "Sí Ino, gracias y tranquila, disculpa que les tenga que causar problemas" – murmuró, no le agradaba para nada ser una carga, y menos cuando ya había notado que la chica iba con su "amigo". 

– "No hay problema, pasábamos por tu casa de todos modos" – finalizó y arrancó el auto. 

Evitó comentar su despido cuando la chica preguntó por su día, así como omitió la parte en que había perdido sus pasteles por culpa de un extraño. 

Veía a su amiga tan feliz, el chico que la acompañaba ciertamente lograba que el semblante de la rubia fuera totalmente alegre. 

Quizás, sólo quizás, un hombre le vendría bien a ella también... 

Espera, ¿Qué? 

Hinata Hyuga, ¿realmente pensando en necesitar un hombre? 

Probablemente se deba a los delirios de un estómago vacío. 

NaruHina "Viviendo con un famoso idiota" - HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora