Capítulo 2: "Café de la Facultad"

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¿Qué le iba a hacer? Debía cambiar su ropa otra vez y ordenar su cabello... Tanto que se había esforzado por lucir elegante para ir a la Universidad de su hermana, y ahora lucía toda revolcada, sucia y desaliñada.


– "Con esto debería bastar..." – se dijo frente al espejo, había cambiado sus jeans y blusa por una falda blanca ajustada y una blusa negra de tela opaca, con un pequeño escote en "V" y botones sólo en la parte superior. Se había dejado los tacones negros luego de limpiarlos con bastante paciencia. 

Sólo entonces se le ocurrió darle una mirada al reloj: Las 9:31 AM. 

– "¡Mierda!" – chilló, sólo tenía media hora para llegar a la Universidad que se encontraba al otro lado de la ciudad.

Agarró su bolso y la chaqueta que no era de su propiedad, y cerró la puerta con llave, mientras bajaba a toda prisa por las escaleras. 

Deseó tener un taxi cerca, pero luego reflexionó; no había dinero para eso. 

Entonces, su salvación se cruzó justo frente a ella.

- "¿A dónde va con tanta prisa, señorita Hyuga?" – preguntó burlón el rubio que largos cabellos, quitándose el casco y deteniendo su motocicleta frente a ella. 

– "Oh Deidara... ¡Justo a tiempo! ¿Le harías un favor a una dama en apuros?" – le preguntó, fingiendo desesperación en su voz. 

El rubio echó a reír. 

"Lo que sea por mi compañera de trabajo" – respondió, sacando del pequeño compartimiento trasero un segundo casco y extendiéndoselo antes de volver a ponerse el propio. 

Lo abrochó y subió en la parte trasera.

- "¿Cuál es nuestro destino?" – preguntó divertido al sentir el movimiento de la moto cuando ella se subía. 

– "La Universidad Heidelberg del centro, al otro lado de este sucio barrio, tenemos poco más de 20 minutos para llegar, ¿lo entiendes?" – preguntó, amarrando la chaqueta que traía a su bolso para evitar que se escapara en el viaje. 

– "¿Sí sabes que debo ponerle alas a la motocicleta para poder llegar a tiempo, no es así?" – Le dijo riendo, por supuesto que su destino estaba lejos, por lo mismo ella se encontraba en el parque pasando la hora. 

– "Lo sé, pero también sé que eres un rayo al momento de conducir, y que podrás hacerme llegar a tiempo" – respondió con una sonrisa.

- "¡No se diga más! Sujétate fuerte" – exclamó y se puso en marcha a toda prisa, para cruzar a tiempo.

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- "Vaya idiota... ¿Qué parte de "pasar desapercibido" no entendiste?" – reprochó con voz ronca un joven de cabello oscuro, señalando impaciente al rubio frente a él.

- "Oh maldición, ¡Vamos! Tan sólo quería hacer un trote... ¡Ya que por culpa de ustedes no me emborraché anoche, tenía que gastar la energía en algo hoy por la mañana!" – se trató de excusar. 

Los chicos lo miraban con seriedad. 

Maldita sea, ¿desde cuándo el alma fiestera del grupo se murió? Todos estaban aburriéndole. 

– "Son todos unos amargados" – refunfuñó al final.

- "Eres un maldito idiota descerebrado, ¡Cerebro de corcho!" – gritó enfadado.

- "Decídete Kiba, ¿tengo cerebro o no lo tengo? ¡Hasta para insultar se han vuelto obsoletos!" – se quejó, otorgándole una mirada algo molesta, pero sin perder aquel brillo en sus ojos que denotaba la viva intención de hostigarle.

NaruHina "Viviendo con un famoso idiota" - HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora