Capítulo 1: "Pastelito"

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- "Has sido una chica mala... ¿no es así, Hinata?

- "E-eso... n-no es cierto papá... ¡Ese niño me dio un beso! Yo no hice nada..." – se excusaba, mirando a su alrededor con marcada expresión de terror.

- "Eres una niña...una niña sucia, haciendo actos sucios, con otros mocosos sucios... Papá va a castigarte ahora..." – aquello no era una amenaza, era una afirmación, anunciada con voz terrible mientras daba un paso firme hacia ella.

La chica tembló.

Sus ojos recorrían inquietos la habitación, tratando de encontrar una salida o quizás algún modo de ser salvada de aquella situación. 

Entonces, una luz de esperanza; su madre de pie, en el umbral de la puerta, sosteniendo en sus brazos a su pequeña hermana, observaba en silencio con los ojos exageradamente abiertos.

"¡Mamá! ¡Mamá, ayúdame! ¡Mamá, dile que no es cierto! ¡Por favor mamá!" – rogó, al tiempo que se ponía de pie para correr hacia ella.

La mujer se tambaleó. Retrocedió un paso y sujetó con fuerza la puerta. Pero en vez de cerrarla, como era su primera opción, sólo se volteó cuando escuchó el terrible golpe...

- "¡NOOOO!" – gritó desesperada, incorporándose de súbito en la cama. 

Todo estaba oscuro.

La luz apenas se colaba por los marcos de la ventana, recién comenzaba a amanecer. Su pecho agitado subía y bajaba, mientras el sudor frío se deslizaba por su nívea piel – "Otra vez la misma mierda..."

Hace bastantes años que creía haber superado el recuerdo de su infancia, tenía un presentimiento que le indicaba que las cosas no iban bien, o quizás, en un futuro, algo saldría mal... Su padre no saldría de la cárcel hasta dentro de años, pero aún sabiendo eso, se encontraba inquieta. Tanto así que desde hace un par de días tenía pesadillas. 

– "Maldición...Apenas son las 6:00 AM" – se quejó, lanzando su celular lejos.

Dudaba de ser capaz de conciliar el sueño, por lo tanto, decidió que una ducha era lo que necesitaba en aquel momento para lograr despertar del todo.

Se puso de pie lentamente, y al encontrarse su cuerpo semidesnudo con el frío ambiente, no pudo evitar sentir escalofríos. 

Alzó sus brazos en el aire y estiró los músculos, todo lo que pudo. 

La camiseta vieja que usaba para dormir se levantó hasta mostrar parte de su abdomen, exhibiendo en la parte baja una pequeña cicatriz.

Caminó con pereza hasta abandonar la habitación, el piso estaba frío como de costumbre, y la puerta crujía y chirreaba como si fuera parte de una película de terror. 

Salió al pasillo para dirigirse al baño. 

Las viejas y sucias paredes solo le recordaban aún más en la miseria en la que vivía desde hace un mes. 

Cerró la puerta con fuerza y se acercó a la bañera. Dejó correr el agua, las cañerías eran viejas y el sistema fallaba, por lo que tardaba un par de minutos en dejar salir el agua tibia. Mientras tanto optó por quitarse de encima las únicas dos prendas que vestía; la vieja camiseta y su ropa interior. 

Se quedó de pie, desnuda frente a un gran espejo que tenía sus bases en el piso, apoyado en la pared. 

Era casi de su tamaño, un poco más grande. Observó por unos segundos a la chica que se erigía frente a ella. Lanzó un par de maldiciones. Observar su estúpido rostro sólo la hacía recordar porquerías.

NaruHina "Viviendo con un famoso idiota" - HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora