Capítulo 5: "Esa persona"

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– "Y-yo... creo que es mucho, realmente no lo merezco" – murmuró algo avergonzada.

– "Bueno, discutamos eso después, ¿sí? Nos espera un sauna ahora..." – interrumpió su frase al divisar aquellos papeles en el piso, los cuales se apresuró a recoger. 

Al verlos, una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. 

– "¿Estás alquilando una habitación?" – preguntó, teniendo en mente la más brillante idea que se le había ocurrido jamás.

– "¿Eh? Oh... Sí" – se limitó a responder, mientras desviaba la vista.

Se sentía intimidada delante de aquel cuerpo femenino tan perfectamente esculpido. Y es que Sakura era una de aquellas chicas dotadas con el famoso y deseado "cuerpo de modelo"; Piernas largas y esbeltas, caderas levemente curvadas y finas terminando por enangostarse en una delicada y pequeña cintura, abdomen esculpido y tonificado y unos pequeños y firmes pechos que completaban aquella figura de muñeca.

– "Hinata... entremos al sauna... hay mucho que quiero hablar contigo" – le dijo, acercándose a ella para quitarle el bolso.

La chica asintió en silencio una vez que la pelirrosa le arrebató la correa del cuello, y lentamente y de manera tímida, comenzó a desprenderse de su vestido.

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– "Oye Sasuke, ¿estás ahí?" – alzó la voz al tiempo que golpeaba la puerta con fuerza. 

– "No estés molestando pedazo de imbécil..." – gruñó un recién despertado azabache. 

– "¡Estoy aburrido maldito idiota! Al menos hagamos algo divertido" – se quejó, recargando su espalda en la puerta. 

El Uchiha se incorporó con pesadez, había estado durmiendo desde que su novia dejó el edificio, y no se despertaba precisamente de buen humor cuando su sueño era interrumpido. 

– "¿Y por qué mierda no te vas a joder a otro lado Naruto? ¡Tienes todo un puto edificio para recorrer!" – volvió a gruñir mientras buscaba sus zapatos. 

En el fondo, iba a terminar por atender al rubio. 

– "¡Esta mierda es aburrida Sasuke! Quiero salir, vamos a beber algo por ahí, qué se yo, ¡Algo que valga la pena!" – bufó cruzándose de brazos. 

La puerta se abrió de súbito y tuvo que encontrar el equilibrio de manera forzosa para no caer de espaldas. 

– "Eres un estúpido... Sabes que no puedes salir" – le dijo con el ceño fruncido, sosteniendo la puerta con fuerza. 

– "¡Pues tú eres quien no me deja!" 

– "¡La última vez que saliste terminaste con la prensa tras de ti, tiraste a una chica en el parque y perdiste la chaqueta de tu buzo! ¿Acaso sabes cuántas personas en el mundo conocen tus tatuajes?" – le regañó, molesto. 

– "¡Si no me dejas salir, hazte cargo y mata mi aburrimiento! Si no lo haces te juro que tomo el auto, me voy a la playa con cervezas y me consigo un par de putas... ¡Me tienen en una condenada burbuja!" – gritó, estampando uno de sus puños con la pared. 

Vale, quizás era hora de dejar el mal humor de lado, para impedir que su estúpido amigo se fuera de parranda a quien sabe dónde, pues la playa estaba, como mínimo, a hora y media de la ciudad. 

– "¿Quieres remojar esa cosa entre tus piernas? Pues ponte un traje de baño y trae toalla, bajaremos a la piscina" – espetó, y acto seguido cerró la puerta de un golpe.

NaruHina "Viviendo con un famoso idiota" - HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora