[Completa]-¿SIGUES SIENDO MI FUCKBOY? 🔥

1.🎍

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-¿Porque respira así?...-sus voces suenan distantes y en eco.
-Son sus pulmones, están volviendo a la normalidad...-siento la calidez de su mano sobre mi mejilla.-con calma Mateo, tranquilo...-mi cuerpo entero esta dormido y cada que respiro, el ardor en mi pecho crece.
-Suena como un perro viejo o como si tuviera asma...-este que habla es Víctor. 
-Es normal, cada órgano debe volver a la normalidad.
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1 año después, Nueva York:

Ya ha pasado un año y el dolor sigue en mis huesos, el ardor en mis entrañas es insoportable y los recuerdos vienen cada que se les antoja.

No puedo olvidar nada de ese día, no puedo olvidar su rostro, su sonrisa y su desesperación por no querer morir.

"Esta muerto."

Sé cuanto se ha esforzado Dylan por devolverme a la vida pero es inútil, lo he perdido a él para siempre.

-Hey...-no me había dado cuenta que estaba viendo para la ventana hasta que me habló.-¿estás aquí?...-limpio la lágrima que recorre mi mejilla con el dorso de la mano y enfoco mi mirada en ella.
-Lamentablemente...-mi garganta arde por el alcohol ingerido la noche anterior.
-Vi.....
-Ya hemos tenido muchas reuniones, Doc...-todo esto de la psicóloga es una mierda.-esto no funciona y jamás lo hará...-acepté venir aquí por Dylan pero ya estoy hasta la madre.-le agradezco su tiempo y sus intentos por hacerme hablar pero fueron en vano...-camino hacia la puerta, la abro y giro para regalarle una última sonrisa antes de continuar avanzando.
-Esto no se puede remediar, Vi...-me detengo en seco en mi sitio.-hay personas que ya no están y otras que sí, enfoca tu mente en ellas.
-Eso sería genial si tan solo pudiera saca la imagen suya que tengo pegada en el subconsciente...-y sin permitirle continuar, salí de su consultorio.

Es mi último año de secundaria, mis notas son excelentes y prácticamente tengo asegurada la entrada a la mejor universidad de Nueva York: Universidad de Columbia.
La misma donde estudia Dylan.

Todo está saliendo bien, al menos por mi lado pero por el lado de Dylan, mi vida está hecha una mierda y debo corregirme.

"Corregirme mis ovarios.."

Solo estoy pasando este año de puta madre: fiestas cada que quiero (y cada que los populares las hacen), alcohol hasta perder la conciencia, chicos que piden mis besos y me meten sus lenguas hasta mi garganta, largas caminatas hasta mi casa después de una buena fiesta y risas a montones.
¿Que hay de malo en eso?

"Vi..."

Giro con brusquedad hacia el lado contrario y luego hacia el otro pero no hay nada ni nadie.

"Vi..."

-Por favor...-mi voz es un susurro ahogado.-no me hagas esto otra vez...-el frío aire de diciembre me pega directamente en el rostro y trae consigo el aroma de su colonia.
-Estoy aquí...-su voz suena en mi oído.-ven...-abro los ojos y giro lentamente para mirarlo.
-Espérame...-avanza lentamente sin dejar de mirarme ni de sonreír con disimulo como siempre lo hacía.-Ma...-no logro decir su nombre, no he podido desde que nos fuimos de Heaven Hill y creo que jamás podré.

"No lo hagas, Violeta.."

Es tarde.
Estoy caminando hacia él y no sé por dónde voy ni adónde me dirijo pero espero poder llegar a sujetarlo, abrazarlo y sentir su calor contra mi cuerpo.

La bocina de un auto me hace pegar un brinco en mi lugar mientras me devuelve a la realidad.

"Sucedió otra vez..."

No es la primera vez que sucede y sé que no será la última.
Sé que lo seguiré viendo a él, sé que seguiré escuchando su voz, que seguiré escuchando la bocina del auto que frena para no atropellarme y sé que seguiré viendo a Dylan con ese rostro preocupado cuando venga por mi.

Mi vida se ha ido a la mierda y yo soy la única responsable por ello.

"Esto es una mierda.."

Dylan me abre la puerta de nuestro departamento y me deja entrar primero.

-Gracias...-es lo único que logro decir siempre que va por mi.
-Violeta.....
-No más, Dylan...-camino hacia mi habitación, con el dolor de cabeza aumentando y la sensación de que lloraré en cualquier momento creciendo en mis ojos.
-¿No más? ¿Otra vez el puto no más? Eso es lo único que siempre dices cuando no quieres hablar pero es tiempo de que pongas la cabeza en la tierra y entiendas que él está muerto...-me detengo en seco en mi sitio.-debes parar de buscar señales de él, esto ya no es bueno para ti...-la rabia domina en mi sistema con rapidez.
-¿Quieres que pare? ¿Que deje de pensar en el hombre que sacrificó su vida por mí?...-giro lentamente para encararlo.-no dejaré de amarlo porque tú me lo digas.
-No digo que dejes de amarlo, digo que pares de buscarlo como si aún estuviera vivo porque no lo está.
-No, lo que estás diciendo es que pare de buscar al responsable de mi muerte.
-Violeta.....
-Sabías tan bien como yo que esto sucedería, tú sabías que una vez que alguien muriera, cualquier persona de las que quiero, una parte de mí moriría con esa persona pero jamás estuviste preparado para que esa persona fuera la única que me hacía mantener todas mis piezas unidas, jamás esperaste que muriera completamente, tú jamás esperaste que Ma...-se me traba el aire en la garganta.-que fuera él quien iba a morir y es lo que te enferma...-el ácido en mi interior se hace cada vez más grande.-te enferma que ya no muestre el más mínimo interés por la vida.
-Él no hubiera querido esto...-el dolor de cabeza se me baja de zolapo.-no hubiera querido que dejaras tu vida por él...-lo que me enferma más es que tiene razón.
-Estoy hueca.
-No lo estas, Vi...-las lágrimas se abren paso por mis mejillas.
-Lo amo tanto que me enferma...-esto quema mis entrañas.
-No puedes seguir amando a un fantasma, Violeta...-eso me arranca una sonrisa amarga.
-Sabes muy bien que ambos morimos ese día...-niega frenéticamente con la cabeza y sonríe con rabia.
-Maldita sea. ¡Que no! El único que murió ese día fue él...-me quema las entrañas el recuerdo de ese día.-tú estás viva y debes enfrentarlo ya...-sé que lo intenta, sé que trata de traerme a la vida pero nada funciona.-déjalo ir...-me acerco unos pasos y susurro en su oído.
-Jamás...-he perdido mi mitad, he perdido a mi mejor amigo, he perdido al amor de mi vida, he perdido a quien jamás creí que perdería y en el proceso, me he pedido a mí misma.