1 | seventi one

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lxxi

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lxxi. setenta y uno

Narrador

CUANDO ACABÓ la guerra, ya en el campamento sucedieron muchas cosas: Rachel aceptó ser la nueva oráculo y había recitado una gran profecía, los caídos recibieron sus merecidas despedidas (todos por igual, nadie mencionó nada sobre Silena, y fue despedida como una heroína), también se celebró la ceremonia en donde entregaron las cuentas de ese verano a los que sobrevivieron ( las elaboraron los hijos de Hefesto, y era la imagen del Empire State, y en pequeñas letras griegas estaban escritos los nombres de los campistas que no sobrevivieron la batalla).

El campamento empezó su proceso de ampliación y las cabañas ya no estaban adornadas en forma de U invertida, si no, ahora formaba un cuadrado y se estaba planeando abrir un ala más, incluso a petición de Thalia, habían puesto una estatua de Lu cerca de la cabaña de Ares, no era muy grande pero era un detalle muy bonito, y por supuesto nadie se opuso, campistas llegaban cada noche y los dioses habían cumplido su promesa hasta el momento, cada noche campistas eran reconocidos ( nunca había habido tantos semidioses en el lugar y seguían llegando ) la estadía en el campamento mestizo se amplio hasta casi el inicio de las clases

Lana, Helena y Jace ya casi cruzaban los límites cuando una voz los detuvo:

—¡Esperen! — Era Rachel la que corría hacia ellos

—¿Que sucede? — preguntó Helena confundida — ¿Olvidamos algo?

—Eh, ustedes no — respondió —. Yo si, con todo lo de ser la nueva oráculo, había olvidado darles un mensaje

—¿Mensaje? — pregunto esta vez Lana —. ¿De parte de quien?

—Poco después de que llegue al Empire State — comenzó a explicar Rachel —. Tuve una pequeña conversación con Lu, y ella me pidió que le hiciera un favor... darles un mensaje a ustedes

—¿Y bien? — preguntó un Jace muy intrigado

—Ella no quería que nadie de su internado se enterara de su muerte

—¿Como? ¿Por qué? — pregunto Helena

—. Bueno, no dijo mucho, sólo me dijo que no quería que nadie supiera de su muerte y que fuera un secreto entre semidioses — trató de explicar la pelirroja Dare —. Dijo algo sobre que no quería causarles dolor, y quería que si alguien preguntaba sobre ella, digan que en todo el verano no la vieron

Lana frunció el ceño y sus mejillas adoptaron un color rojizo, cerró los puños y siguió su camino hacia los límites del campamento en donde Argos los esperaba

—¡Lana! — gritó Helena —gracias Rachel

La pelirroja corrió tras su amiga. Jace soltó una pequeña carcajada sarcástica y carente de gracia

𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora