7 | I ride a hellhound and it ended up in a tree (?)

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liv

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liv. monto un perro del infierno y terminó en un árbol (?)

Lu

YA somos 6 k muchas gracias bb's

ENTRAMOS EN EL RUEDO DE ARENA y un muro de oscuridad se nos vino encima, sólo que yo pude quitarme antes de terminar en suelo

-¡Guau!

Me reí al ver a Percy el el suelo y a la Sr. O'Leary cubriendole la cara de babas

-¡Hola, hermosa! - salude a la grande chica mientras acariciaba su oscuro pelaje

-¡Uf! - resopló Percy-. Que tal, chica. Yo también me alegro de verte. ¡Ay!

Después de unos minutos llenos de babas para mi amigo. La Sr. O'Leary se tranquilizó y dejó libre a Percy

-¿Quieres jugar? - le pregunté a la perra del inframundo y está movió la cola emocionada

Percy lanzó un escudo de bronce a la otra punta del ruedo

La Sr. O'Leary, dicho sea de paso, es la única perra del infierno simpática. Pertenecía a Dédalo pero al morir se la dejó a Percy. Ella se quedaba en el campamento y Beckendorf... bueno, Beckendorf solía cuidar de ella cuando el no estaba. El había forjado el hueso de bronce que más le gustaba y que se pasaba todo el tiempo mascando. También le había hecho un collar y en la etiqueta había puesto un icono sonriente amarillo - en vez de la calavera - entre dos tibias cruzadas

Pensar en el hijo de Hefesto me deprimia pero aún así seguí jugando con la perra junto con Percy

Enseguida se puso a ladrar - un estruendo incluso superior al de un cañón de artillería -, como si necesitará salir a dar un paseo. A los demás campistas no les gustaba que hiciera sus necesidades en la arena. Ya había provocado más de un resbalón e incluso algún accidente desafortunado

-Bueno, creo que daremos un paseo - dije mientras Percy abría la cerca y la perra se alejó hacia el bosque dando saltos

Seguimos a la Señorita. O'Leary corriendo por el bosque sin preocupación alguna, no importara que ella llevara la delantera. No había nada en el bosque que entrañase peligro para la Señorita O'Leary. Incluso los dragones y los escorpiones gigantes escapaban cuando la oían acercarse

-¡Ahí está! - señale a la gran montaña de pelaje negro que estaba en el claro donde el Consejo de los Sabias Ungulados había sometido a juicio a Grover.

El lugar no tenía buen aspecto. La hierva estaba amarillenta y los tres tronos se arbustos recortados habían perdido todas las hojas. Pero lo que me sorprendió no fue eso, sino el extraño trio que se veía a lo lejos en medio del claro: la ninfa Enebro, Nico di Angelo y un sátiro viejísimo y muy gordo

𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora