𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

8 | Seventi Eight

lxxviii. setenta y ocho

TAL Y COMO habían quedado días atrás, los chicos mandaron cartas a su amiga desaparecida todos los días durante una semana completa, pero todas y cada una de las cartas regresaban sin respuesta alguna y selladas.

Los Merodeadores fingían que estaban más que bien con Lana, aunque de vez en cuando soltaban una que otra palabra acerca de Lu y su paradero.

Claro que Lana siendo hija de Hermes nunca la habían cachado mintiendo y probablemente nunca lo harían, cosa que tenía frustrados a los merodeadores, ella parecía tan sincera que les era imposible pensar que les estaba mintiendo.

Mientras tanto, aquella semana los semidioses/magos estaban nerviosos, sabían su historia de memoria y prácticamente se habían convencido de que eso es lo que había pasado. Pero eso no quitaba el hecho de que los merodeadores no eran tonto, eran más inteligentes de lo que parecían y Lana lo sabía perfectamente. La hija de Hermes había hablado con sus amigos contándoles la situación y los comentarios que hacían Fred y James

—Hay que mantener la calma — dijo Jace como bien hijo de Atenea —. No ganamos nada alterandonos

—Jace tiene razón — estuvo de acuerdo Helena —. Si somos impulsivos nos descubrirán

—¡Estamos a punto de ser descubiertos! — respondió Lana con desesperación

—Eso no es del todo cierto — analizó Jace —. Ellos solo sospechan de algo, más no están seguros. Y tengo una idea. Y necesito un Dracma de oro

Lana lo miró intrigada, las ideas de los hijos de Atenea siempre funcionan. Tienen una garantía del 99.999999999%

—¿Otra vez están reunidos? — Preguntó Dominique a su primo

—Si, lo hacen desde hace una semana — afirmó James mirando el famoso Mapa Merodeador

—Eso es extraño — dijo Louis

—¿Por qué no usamos veritaserum? — preguntó Lorcan

—¿Y qué nuestros padres se enteren, nos castiguen y aparte nos expulsen de Hogwarts? — pregunto Lysander con ironía

—No lo harían si con ello rescatamos a alguien que está secuestrado — dijo Lorcan defendiendo su punto de vista

—Es preferible que no nos arriesguemos tanto — dijo Rose —. Es obvio que ellos planean algo, pero no podemos quedarnos atrás

—¿Que se supone que vamos a hacer? — pregunto Elizabeth Nott

—Seguir con lo planeado — afirmó Rose —. Lo mejor que podemos hacer en estos momentos es hablar con adultos y mantenerlos de nuestro lado, antes de que ellos logren convencer a todos de que Peralta esta bien. Podríamos empezar con Teddy, y luego con McGonagall o con ambos al mismo tiempo y después iríamos con nuestros padres que están en el Ministerio