𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

18 | Eigthy Eigth

lxxxiii. ochenta y ocho

Definitivamente el tártaro no era un buen lugar para dar un tranquilo paseo, o para vivir.

Seguí el río Flegetonte, tropezando en el terreno negro y vítreo, saltando grietas y escondiendome detrás de las rocas cada vez que las chicas vampiro reducían la marcha delante de mi.

En el oscuro aire brumoso, resultaba difícil mantenerse lo bastante atrás para evitar que me vieran pero lo bastante cerca para no perder de vista a los monstruos. Sentía mi piel abrasada debido al calor del río. Respirar era como inhalar fibra de vidrio con olor a azufre. Cuando necesitaba beber, lo único que podía hacer era tomar un poco de fuego líquido.

El río parecía darme fuerzas para seguir, probablemente ese sea su efecto. Pero no quitaba el hecho de que moría de hambre, sed y por supuesto de miedo. El Tártaro no es precisamente un lugar turístico como Tulum.

Es imposible calcular el tiempo. Avanzaba penosamente siguiendo el río mientras me abría camino a través del inhóspito paisaje. Por fortuna, las empousai no se caracterizaban precisamente por caminar rápido. Andaban arrastrando sus desiguales piernas de bronce y de burro, susurrando y peleándose entre ellas, aparentemente sin prisa por llegar a las Puertas de la Muerte.