𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

24 | Ninety Five

xcv. noventa y cinco

Usualmente no le tenía miedo a la oscuridad, pero todo cambia cuando ella mide doce metros de altura, tiene alas negras, un látigo hecho de estrellas y un tenebroso carro tirado por caballos vampiro.

Nix era tan excesiva que resultaba casi imposible de asimilar. Alzándose por encima del abismo, su figura de cenizas y humo era enorme. Su vestido era de un negro vacío, mezclado con los colores de una nebulosa espacial, como si en su corpiño nacieran las galaxias. Su cara resultaba difícil de ver salvo los puntos de sus ojos, que brillaban como quásares. Cuando sus alas batían, oleadas de oscuridad se extendían sobre los precipicios, eso me hacía sentir cansada y soñolienta.

El carro de la diosa estaba hecho del mismo material que la espada de Nico - hierro estigio - e iba tirado por dos enormes caballos totalmente negros, a excepción de sus puntiagudos colmillos plateados. Las patas de los animales flotaban en el abismo, y al moverse se volvían de humo.

Los caballos gruñeron y me enseñaron los colmillos. La diosa hizo restallar su látigo — una fina raya de estrellas como púas de diamantes— y, los caballos se encabritaron

—No, Penumbra — dijo la diosa —. Abajo, Sombra. Ese pequeño premio no es para ti

No se, pero como que no me dan confianza esas palabras