Jiang Cheng y Lan Xichen tienen un secreto, solo unas cuantas personas cercanas a ellos lo saben, creían que iban a poder ocultarlo por siempre, pero por más que lo traten de evitar el destino les juega una mala pasada y un suceso inesperado hace qu...
-Jiang Cheng, ¿estás seguro de que quieres hacer eso? -Dijo Wei Wuxian mientras miraba a las dos personitas envueltas en mantas moradas dentro del corral de madera- No creo que sea lo mas conveniente, tal vez en el futuro te arrepientas de eso.
Mirando por la ventana hacia el muelle Jiang Cheng suspiro y dijo de manera dura- Es lo mejor, no le puedo quitar ese derecho, pero tampoco quiero estar en contacto con el durante el resto de mi vida, de esta manera ambos tenemos lo que deseamos, sin tener relación entre nosotros.
-Pero podrían llegar a otra clase de acuerdo, tal vez ¿con visitas programadas o algo así?, no me parce justo con ellos -Wei Wuxian levanto a uno de los pequeños que había abierto sus grandes ojos color amatista.
- ¿Crees que quiero esto?, tampoco es justo para mí, pero no voy a permitir mas decepciones en mi vida, Tengo una secta que reconstruir, además de esa manera ambos tendremos heredero, la decisión está tomada- Jiang Cheng levanto al otro pequeño que dormía profundamente mientras lo miraba, sus ojos se cristalizaron levemente, pero aclaro su garganta y miro al bebé que su hermano sostenía.
- ¿Como vas a decidir a cuál de los dos dejaras ir? – Pregunto Wei Wuxian
-El que tienes en brazos, ninguno de los dos tiene un nombre aun, son tan parecidos, es tan difícil decidir, lo he pensado mucho pero ya que lo levantaste a el primero, supongo que él será -Jiang Cheng miro a su hijo en los brazos de su hermano, era una situación tancomplicada, continuamente se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, pero tenía que ser firme, no permitirá mas burlas en su vida, dejo un suave beso en la frente del bebé que el sostenía y lo dejo nuevamente en el corral.
-Acompáñame, ya debe estar por llegar al muelle, trae al bebé contigo -Wei Wuxian suspiro mientras seguía a su Shidi y lo miraba con preocupación, nunca había visto a Jiang Cheng con tanta determinación desde que atacaron la ciudad sin noche, no estaba seguro de que fuera la mejor decisión que su hermano podía tomar, pero claramente no estaba en posición de opinar o contradecirlo.
Llegaron al muelle y desde ahí pudieron ver un pequeño bote que venia a una corta distancia, Jiang Cheng suspiro, tantas veces que se vio a si mismo parado en ese mismo lugar, esperando a la misma persona, pero en este momento la situación era totalmente diferente y por supuesto las emociones que sentía en esos tiempos no se podían comparar a lo que estaba sintiendo ahora. Una persona inmaculadamente vestida de blanco bajo cuando el bote llego a la orilla del muelle, se veía tan perfecto como siempre, a excepción de la carente sonrisa habitual en su rostro, Jiang Cheng se obligo a si mismo a calmar su corazón y saludar cortésmente.
-ZeWu-Jun- Saludo Jiang Cheng con el rostro serio, sus manos sudaban y su voz amenazaba con temblar, pero no le iba a dar el gusto al hombre frente a el de verlo con debilidad o lastima – Como prometió, llego a la hora acordada- se volteo a ver a su hermano quien le entrego al bebé que tenía en sus brazos.
-A-Cheng, espera – Lan Xichen tenia una mirada lastimera mientras trataba de tomar la mano de Jiang Cheng, quien dio un paso hacia atrás mientras decía
- No, por favor no me llame con tanta confianza líder de la secta Lan, este es el acuerdo al que llegamos -Dijo mientras miraba al pequeño entre sus brazos, sintió un gran nudo en su estómago, sus ojos se cristalizaban poco a poco y aun contra todo el esfuerzo que puso en sí, una lagrima se escapo de su ojo, paso su nariz por el cabello del bebé y le dio un suave beso en la frente mientras muy suavemente le susurro en el oído- Te amo, sin importar nada junto con tu hermano eres lo mas preciado que tengo, no te estoy abandonando, solo es lo mejor para ustedes dos, siempre estarás en mi corazón- otra lagrima rodo por su mejilla y le entrego el bebé a Zewu-Jun, con una mirada firme a pesar de las lágrimas dijo con voz segura, eso es todo líder de la secta Lan, puede retirarse.
Lan Xichen miro al bulto en sus brazos envuelto en una manta morada, sus ojos estaban cerrados tranquilamente, ignorando lo que pasaba a su alrededor -Estas seguro de esto A-Cheng, no es justo separarlos, nada de esto es justo – Su voz sonaba entrecortada y con una pizca de desesperación, su cara era un caos de emociones, no sabía que más decir, conocía al hombre frente a él como la palma de su mano y sabia que cuando decidía algo era casi imposible persuadirlo, sin embargo lo intento una vez mas - Todo es un mal entendido, por favor hablemos.
La mano de Jiang Cheng temblaba bajo su túnica, sus uñas se enterraban en la palma de su mano, aun así, se obligó a mantenerse firme – Lan Xichen, ya hablamos, esta decidido y no va a cambiar, así que por favor retírese antes de que cambie de opinión y usted se retire con las manos vacías- La expresión de pánico de Lan Xichen, solo la había visto una vez antes, pero ahora no le provocaba mas que ira.
Lan Xichen se quedó unos segundos mirándolo con anhelo y arrepentimiento- Espero que no te arrepientas de esto A-Cheng, si cambias de opinión sabes donde encontrarnos, dile a mi otro hijo que lo amo y que siempre estará en mi mente – Sin decir otra cosa se subió al pequeño bote en el cual solo había un discípulo de la secta Lan, volteo a mirar a la orilla del muelle mientras de alejaba lentamente, su mirada nunca dejo los ojos de Jiang Cheng, los cuales se veían vacíos y sin emociones.
Cuando ya no pudo distinguir el bote a lo lejos, se desplomo sobre sus rodillas, inmediatamente sus ojos se llenaron de lagrimas y dejo escapar un gemido de dolor, tapo su boca con su mano y sollozó, Wei Wuxian se acerco a el lentamente y lo abrazo por la espalda sin decir nada - Dime que hice lo mejor para ambos Wei Wuxian, dímelo- Dijo Jiang Cheng mientras gruesas lagrimas salían por sus ojos, su garganta y su cabeza dolían, pero nada dolía mas que su corazón, sentía como si le hubieran arrancado una parte de este, incluso cuando le quitaron su núcleo dorado no sintió tanto dolor como el que estaba sintiendo, lloro hasta que se desmallo en el muelle, cuando despertó se encontraba en su habitación.
Miro a Wei Wuxian que estaba en sentado al borde de su cama – Todo estará bien A-Cheng, yo estaré siempre contigo.
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