Capítulo 4: En busca de las riquezas y algo más.

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Kirk Hammett había salido del Reino como un príncipe y durante el viaje se ha mantenido como un simple plebeyo. No le interesaba tanto ser tratado como un rey todavía, él estaba concentrado en una sola cosa: cumplir la misión que le encomendó su madre. Por más que odiara aquella decisión, lo hacía por su pueblo. No quería defraudarlos bajo ninguna circunstancia.

Aunque el hambre y los cambios bruscos de temperatura era factores que atrasarían un tanto el viaje, mantuvo la fé tan alta como su orgullo; sabiondo de que su misión no podría fallarla.

Todo ésto parecía no importarle al príncipe de Filipinas, entretanto, si eran grandes problemas para los dos herederos al trono de Inglaterra.

- Joder, Newkid, vas demasiado lento -se quejó James, estando recostado en el asiento de la carroza real, Jason era quién domaba a los dos corceles que dirigían el vehículo.

- Lo siento, hermanito, yo...

- ¡No me llames así! -Jason se asustó y prefirió mantener el silencio- Golpéale más fuerte a los caballos esos para que se apuren, que me estoy haciendo viejo.

- ¿Go-golpearlos? -tartamudeó, observó a su compañero de viaje por el rabillo del ojo, temiendo a más no poder.

- ¿Y para qué crees que te tengo domándolos? Créeme que con facilidad yo iría y les doy un golpes y llegamos en un instante. Pero no, he preferido confiar en ti, Newkid, consíderate especial porque no creo poner ningún tipo de cariño en ti.

Mantuvo su boca cerrada y un poco apenado forzó a los caballos para cabalgar más rápido. A diferencia del príncipe del que hablábamos al inicio que no gustaba de lucir grandes lujos, en el caso de Inglaterra querían ser muy bien recibidos públicamente, ganar la confianza del pueblo por simpatía y no buenas obras. Usándola además como un método para, tal vez, conquistar el corazón de Sunniva -en el caso de James-.

En el fondo de su corazón, el rubio no odiaba tanto a su nuevo hermano. Le desagradaba reemplazar los hermosos recuerdos de la infancia con Cliff, se le hacía una carga muy grande tener que marcharse de su hogar sólo para pedir la mano de una mujer que ni conoce y así obtener riquezas. James, como cualquier ser humano, tenía sus temores, sin embargo, estaba obligado a nunca demostrarlos en caso de que alguien quisiera burlarse.

Conservarse fuerte ante toda situación, era su única salvación.

Y por otra parte...

En Dinamarca, Lars Ulrich todavía no asimilaba muy bien el hecho de tener a una hermana "gemela".

- Oye, si somos gemelos... ¿no deberíamos vestir igual? -el morocho sabía que era una pregunta estúpida, sin embargo, la hizo por puro aburrimiento.

- ¿Insinuas que quieres usar vestidos? -Sunniva dejó de apreciar el atardecer para observar a su hermanastro con una expresión repulsiva.

- No lo sé -encogió los hombros-, debe ser más cómodo que usar estas jodidas medias, ah... -suspiró- ¿sabes lo que duelen las bolas al estar tan apretadas con estas medias de mierda?

- ¡Ewww! -cubrió su rostro en asco total, después llevó ambas manos a la cabeza en frustración- ¡Con razón ninguna mujer te quiere! Si eres tan asqueroso.

- Te apuesto que alguien debe amarme por allí, no sé en dónde esté. Pero encontraré a esa persona.

- Tu madre no cuent... -se tapó la boca al notar la cara deprimida de Lars- ¿eh? ¿Qué ocurre?

- Nada, tonta, nada. Sólo te diré una cosa: que yo lograré ser feliz por siempre con la persona que amo, no sé quién sea, pero juro que tú terminarás sola y en la ruina.

De sentir pena por su "gemelo", terminó riendo a carcajadas.

- ¿Me estás jodiendo? El rey o mejor dicho, tu papi, dio la orden de que tú tienes estrictamente prohíbido enamorarte, de quién sea. Por que YO seré la reina -sonrió con malicia.

- Veamos quién logra quedarse con el amor verdadero -desafió, devolviéndole la sonrisa maquiavélica.

- Obviamente yo -resaltó muy bien su orgullo con aquella frase, se puse de pie frente a su hermano y continuó-, pronto será la gran fiesta en dónde miles de guapos y apuestos príncipes vendrán sólo para mí. Mientras que tú... -soltó una risa- buena suerte si es que alguien no te confunde conmigo -Lars rodó los ojos.

- ... recuérdame usar medias de un color distinto a tu vestido a ver si nos diferencian -ella asintió muerta de risa, Lars también rió un poco, al rato, regresó a su faceta seria y competitiva-. Fuera de eso, me encargaré de encontrar al amor de mi vida. Te sorprenderás al saber que yo tengo razón, que en donde menos lo esperes, tendré a la persona que más amo en mi vida junto a mi para siempre.

- Ok, ya te me pusiste demasiado cursi -desvió la vista hacia otro lado, burlándose un poco-. ¿Te parece algo de diversión en el pueblo?

- Claro, pero asegúrate de que no hayan guardias en la entrada.

La princesa Sunniva se asomó por el gran ventanal y para luego avisar que no existía ningún tipo de amenaza.

Ambos escaparon por la ventana y al llegar directo al pueblo, jugaron por los campos como niños pequeños.

Aunque Lars no quisiera admitirlo, él adoraba la compañía de su hermanastra Sunniva, desde que ella llegó olvidó lo que era su antigua soledad.

No obstante, a partir del momento en que recibió la orden de no enamorarse de nadie, sus ganas por querer conocer el amor verdadero crecieron en su interior.

Nunca se sintió interesado en nadie, estaba acostumbrado el rechazo de toda fémina que se le acerque. Ahora, sentía con gran necesidad tener que amar a alguien. Incluso, sabía que ni en un millón de años aceptaría que él no podía parar de imaginar a un ser humano perfecto, que tenga ciertas características que lo hagan perfecto para él.

Que éstas sean los motivos para que Lars sepa, de una vez, lo que es sentirse bloqueado en todo sentido de la moralidad para abandonarlo todo por un impulso del corazón.

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Aviso: Pido disculpas si es que el capítulo ha salido algo corto, sin embargo, estoy muy empeñada en tratar de escribir la mayor cantidad de capítulos posibles porque dentro de poco salgo de viaje y no vuelvo en más de una semana. 

Para no atrasarme, trataré de subir desde mi celular los capítulos ya escritos en esos días de ausencia.

Sin más preámbulos, espero que les haya gustado :)

Imperio Metal (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora