Imperio Metal (Metallica, KLARS)

Capítulo 10: War is my Sheppard.

El príncipe Dave aceptó la misión emcomendada por Doro, una jugada sucia para la guerra.

Como el Reino de Dinamarca desconocía la nueva unificación de Alemania-Inglaterra, y sólo tenía en consideración la carta por Alemania, no les pareció nada de raro ver al príncipe inglés por allá, nada sospechoso.

¿Cuál era la misión? Dave debía colarse entre las tropas y ver qué tan bien entrenados estaban, todo por evitar una posible derrota/movimiento en su contra que podría perjudicarlos.

- ¿Qué haces aquí? -reprochó de mala gana James al encontrarse con su hermano mayor.

- Qué cálida forma de recibir a quién querías tanto, hermanito.

- Te hice una pregunta.

- Vengo a buscarte, o visitarte, como quieras tomarlo -mintió con una gran sonrisa.

- ¿Lograste conquistar a la princesa Doro? -negó- Ah, qué pena.

- ¿Y tú? ¿Conquistaste ya a la princesa Sunniva? -negó- ¿Jason conoció a alguien más?

- Lo he tenido bien vigilado, a nadie. Lo malo es la maldita princesa que me rechaza a cada rato.

- Eso es terrible... -tuvo una idea repentina, abrió los ojos en impresión, los entre cerró con una mueca de maldad pura- ¿Te parece hacer un ataque al Reino y que tu te quedes con la princesa? 

- Se escucha muy sospechoso -arqueó una ceja en desconfianza-. ¿Por qué deberías tú ayudarme?

- Oh, James... desde que murió Cliff, haz sido un puto insensible con todos -rodó los ojos-. Soy tu hermano, quieras o no, siempre estaré para ayudarte -o perjudicarlo en realidad, porque una vez que lo tenga consigo en la guerra, podría usarlo a su gusto y luego deshacerse de él.

- ¿Y cómo se supone que armarás un guerra?

- Armaré no, ya está lista. Atacaremos dentro de los próximos días, hermanito, ya tengo a nuestras tropas y a las alemanas unificadas sólo para atacar.

- Algo me huele mal aquí... si destruímos el Reino...

- No, será una especie de amenaza, ya sabes, si la princesa no se casa contigo, TODA Dinamarca y Noruega en ruinas. Si se casa contigo,  bien, tú serás dueño de todo. Tranquilo, yo luego seré un puto plebeyo detrás de Doro, ambos queriendo conquistar Europa, te dejaremos tus tierras a tu gusto, ehh.

El rubio retrocedió un par de pasos hacia atrás, observó con detención los ojos de su familiar, buscando la sinceridad de sus intenciones.

- Adelante, te ayudaré. Todo lo que sea por el poder, ¿no es así? -asintió- Sí, te ayudaré, me uniré a la guerra.

Mientras tanto, en el castillo del Reino danés...

- ¿Y tú? ¿A dónde saldrás? -Lars miró a su hermana con desconfianza.

- A comprar mi vestido de bodas -guiñó el ojo y se sentó en el marco de la ventana, con la idea de escapar.

- Buena esa -hizo una risa sarcástica-. ¿A dónde vas? ¿Una cita con algún pretendiente que dice quererte y no es así?

- Sí y no, él si me ama. Lo tengo más que claro -sonrió orgullosa.

- ¿Jason de Inglaterra? ¿No es así?

- ¿Y qué vas a hacer al respecto si te digo que sí?

- Nada, es cosa tuya. Yo sigo convencido de que voy a ganar.

- No lo harás, te pasas todo el día aquí vagando o vas con tu amiguito plebeyo ese. A menos que me quieras insinuar que el amor de tu vida es...