Justo en el preciso momento en que los hermanos ingleses se unen a la guerra, reciben la negación por parte de la líder y princesa Doro de Alemania.
- Tengo a sus tropas, no necesito nada más. Ustedes descansen si quieren. Hagan lo que sea.
Ninguno de los dos se lo tomó bien.
- Para nada, cariño -replicó Dave-. Puedes hacerte daño, algo malo puede pasarte. Necesito estar cerca tuyo para protegerte.
- Oh, Dave mío, yo siempre voy allá atrás, al fondo prescisamente para que no me ataquen, estaré bien.
- Yo quiero ir -insistió James-, quiero ir y quedarme con la princesa.
- No, si quieres vas tú solo pero a mis tropas no te vas a meter.
- ¿Y a las mías?
- No son tuyas, aún no eres Rey de Inglaterra.
- Ni tú eres Reina de Alemania -desafió, alzando una ceja.
- Pero queda más que claro que pronto yo lo seré. En cambio tú, tienes una competencia con tus hermanos y apenas destroce Dinamarca, me casaré con Dave. Te guste o no.
El rubio dio la media vuelta, subió a su caballo y antes de irse reprochó:
- Vale, como lo desees, no es mi culpa si después las cosas salen mal.
Mientras se iba de ahí, sabía que tenía dos opciones: Una era regresar a su país natal, en total, Inglaterra sólo era parte de lo que sería el Reino Unido, podía ocupar las tropas de los demás países para lo que quisiera. La otra era simplemente quedarse en Dinamarca y pedir la mano de la princesa con la finalidad de él liderar las tropas danesas e irse en contra de Alemania.
De las dos formas podría ganar.
Entretanto en la base del mando contrario...
Los soldados estaban en pleno entrenamiento, el líder y príncipe Lars de Dinamarca estaba planeando los movimientos en la arena con una vara, pensando con frialdad y sumo cuidado qué decisiones podría tomar para este segundo día.
Kirk, que se había escapado del entrenamiento, había estado escuchando lo que se rumoreaba entre soldado y soldado. Era una noticia importancia, la verosimilitud de ésta no estaba comprobada en su totalidad todavía, de todas formas, en caso de ser real, no perdía el tiempo en notificárselo a su mejor amigo.
- Hey -intentó llamar su atención, puesto que Lars no quitaba la vista de sus dibujos en la arena-, entre los soldados se rumorean cosas, cosas muy malas.
- ¿Qué cosas? -alzó la vista con cuidado, no tenía problema alguno en perder el tiempo con Kirk. Sin embargo, por la manera en que le contaban lo anterior, de daba cuenta de la seriedad del asunto- ¿Qué ocurrió?
- Es... acerca de Sunniva -se arrodilló frente a él, para que quedaran cara a cara.
- ¿Es algo malo? -asintió- Dímelo, por favor.
- Desapareció.
Se quedó en silencio, perplejo. Aunque él decía mantener una relación competitiva con su hermanastra, ambos se llevaban muy bien y tenían cierto cariño que solo los hermanos pueden tener.
- ¿Sabes en dónde podría estar? ¿O con quién está?
- Nadie sabe, dicen que la secuestraron -el príncipe danés apretó el puño en descontento.
- Maldita sea -bufó-. Maldita sea -repitió-, ¿por qué y quién? Algo me dice que fueron los mismos alemanes o los ingleses quiénes lograron colarse al castillo -calló y recibió una idea repentina-. Sí, ¿por qué no cerrar la frontera? Así nadie sale, nadie entra. Así se evita que entren al castillo e intenten saquear.
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Imperio Metal (Metallica, KLARS)
FanfictionCorría el siglo XVIII, cuando el Reino de Dinamarca y el Reino de Noruega se unificaron, con única misión de que, Lars Ulrich, príncipe y heredero de Dinamarca, protegiera a su media hermana, princesa de Noruega, la cual era muy codiciada por los ho...