Capítulo 16: Verdades reveladas.

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Las horas habían transcurrido desde que finalizó la guerra. El príncipe Dave de Inglaterra continuaba dolorido por la muerte de quién consideraba el amor de su vida. No podía aceptar que ella muriera por culpa de su hermano, esa persona con que se crió. Su compañero de aventuras, su mejor amigo desde la infancia.

Siempre se  consideró a si mismo como un hombre de palabra, que cuando se proponía algo, lo cumplía.

El inicio del anochecer dio paso a una idea bastante macabra, se desquitaba una y otra vez de esa idea. No quería tener que recurrir a la maldad que rondaba su mente. La muerte no sería justificada en ningún sentido; ni la suya, ni la de James. Tenía ganas de encontrarse con su hermano y conversar de una vez todos los problemas, sin embargo su psicología humana lo hacía pensar en hacer todo lo contrario.

Limpió numerosas veces las lágrimas que rodaban por sus mejillas, hasta por fin dar con su solución.

Mientras tanto, en otra parte, Kirk había aceptado quedarse junto a Lars hasta la noche, lamentablemente, el tiempo ya se había agotado.

- No, quédate -le insistió el príncipe danés, abrazándole por detrás-. Quiero pasar la noche contigo... -susurró en su oído, luego le plantó un par de besos en el cuello.

- Me encantaría... -murmuró, mordió su labio inferior y continuó- pero no puedo, debo irme, es algo demasiado urgente. Es en serio. Debo volver...

- ¿Por qué? ¿Qué era lo que debías hacer aquí y no quisiste hacer?

El supuesto "plebeyo", tragó saliva con nerviosismo.

- Me odiarías si te lo digo... ni tampoco me lo creerías.

- No, nunca haría semejante aberración. Requiero de tu verdad ahora, por favor...

- Yo... -suspiró- Soy el príncipe de Filipinas.

- ¿Qué? -soltó una pequeña risa- Imposib...

- Lo sé, no me crees. Pero es verdad, soy el príncipe de Filipinas. Mi madre, la reina, me envió para acá con la misión de...

- ¿La misión de...?

- Casarme con tu hermana.

- ¿Qué...? ¿Tú y Sunniva...?

- Lo siento mucho, mi misión era casarme para aprovecharme de las riquezas de este Reino y poder salvar al mío. Hay una crisis económica que tiene a todos muertos de hambre, pero yo he sido un idiota. Me he enamorado de ti y me he rehusado a regresar por ti. La gente está muriendo porque me he enamorado de ti, oh... soy un idiota.

- No lo eres... -lo abrazó con mucha fuerza, acurrucando su rostro en el hombro de Kirk-. Lo siento mucho, cariño, no creí que... Oh dios mío... -dejó escapar un suspiro- Te amo, aún así, no quiero dejarte ir, amor mío, no... Si deseas irte, por favor, que sea mañana. Necesito estar contigo en un momento romántico, por favor, te insisto de todas las formas que quieras, no hemos tenido oportunidad para amarnos de manera apropiada. Te necesito...

- ¿Noche? ¿Sabes lo peligroso que es que yo me quede aquí? Si ya lo era como "plebeyo" estando cerca de ti, y que hayas tenido que pedir permiso para que pudiéramos hablar, quedarme contigo durante toda la noche... sería muy peligroso.

- Oh, por favor, Kirk... no quiero despedirme por siempre de ti ahora...

La puerta de la habitación se abrió, ambos saltaron de la impresión, separándose de cada acto pasional. Un guardia real miró con desprecio al nativo de Filipinas, luego dio su mensaje.

- Llegó una carta para la princesa Sunniv...

- ¡Aquí estoy! -gritó ella, corriendo por el pasillo con su vestido arremangado- A ver, de quién es... -arrebató la carta, el guardia miró extrañado, luego se fue- ¡Uy! ¡Es de Jason! -leyó el comunicado, suspirando enamorada, al finalizar, alzó la vista hacia su hermano y a su "amigo"- Oh, ustedes... -hizo una mueca en disgusto- ¿Podrían hacerme un gran favor? -no les dió tiempo de responder- Saldré ahora mismo para ver al amor de mi vida, posiblemente no regrese en toda la noche, ¿podrían encubrirme?

Ellos se miraron, buscando una respuesta en sus apasionadas miradas. Aceptaron.

- Oh, gracias, ¡gracias! No saben lo repugnante que es soportar a... Uh, mejor me voy... -ellos sólo la observaron en confusión- Hasta mañana -sonrió, entrando a la habitación y se sentó sobre el ventanal-. Espero y no hagan algo estúpido, por cierto, Lars, tú amiguito no debería estar aquí, pero como me vas a encubrir, yo no digo nada -hizo una risa burlesca-. Ya, buenas noches...

- Buenas noches... -murmuraron, todavía en confusión.

Ella escapó, transcurrieron varios minutos de silencio incómodo hasta que Lars se atrevió a hablar.

- Así que... técnicamente puedes quedarte aquí, si así lo deseas -escuchó un fuerte suspiro por parte de Kirk.

- Sí, me quedaré aquí. Hasta mañana... de ahí me iré, créeme que no quiero hacerlo -se acercó para buscar consuelo en sus brazos.

- Oye... -el ex heredero danés tragó saliva, todavía shockeado con el anterior secreto revelado- ¿de verdad planeabas casarte con mi hermana?

- Era mi principal misión... pero no quería, ni tampoco quiero hacerlo. Te quiero a ti, Lars.

- Oh, Kirk... -besó su frente y cerró los ojos, concentrándose en el abrazo que estaba compartiendo- me encantaría casarme contigo, ayudar a tu reino, salvar a tu pueblo del hambre. Quedarme a tu lado por siempre, que estemos unidos... pero no se puede, maldita Iglesia, malditas leyes cristianas que prohíben nuestro amor.

- Tranquilo, Lars... supongo que cuando regrese, mi madre ya habrá pensado en alguna solución, no lo sé... de todas formas, es estúpido quejarse. Desde el momento en que sentimos aquel chispazo de amor entre nosotros, hemos sabido que nuestro romance sería imposible. No hay forma en que logremos llevar una relación, todos están ahora en nuestra contra.

- No, ahora no, siempre estuvieron en nuestra contra, cariño. Me encantaría que lleváramos por siempre ese tipo de romance perfecto. Quiero... oh, dios mío, quiero todo de ti, cariño... -no se dijeron ni una sola palabra en ese entonces. Reflexionaban sobre qué hacer- Entonces... ¿mañana te vas?

- Sí... -susurró, apenado.

- ¿Te quedarás a dormir conmigo?

- Sí... -continuó apenado.

- ¿Podemos, aunque sea, ahora intentar amarnos y que en el día de mañana nunca olvidemos lo que suceda?

- Sí, pero no va a ser una opción -levantó su mirada para encontrarse con la de su amado-. Será una obligación nuestra recordar por siempre nuestro fogoso amor.

Imperio Metal (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora