La tentación del diablo #1

Capítulo 18

Apenas llegué a la orilla junto a Connor, le pedí si por favor podía dormir con él esta noche, el peliverde ni siquiera dudó en decir que no abría problema con ello, que debí dormir con él u otro de los chicos desde el principio, repitiendo nuevamente que Luca era un peligro.

Fuimos hasta la tienda del sujeto sin corazón con el que compartí un momento anoche, dispuesta a tomar todas mis cosas y marcharme, pero antes de poder tomar una sola prenda, Luca sujetó mi mano con fuerza, obligándome a levantarme.

— No te vas a ir con él.

— ¿Por qué no puedo? — desafiándolo— Quedó todo muy claro entre nosotros.

Intentando soltarme, pero al parecer, él no tenía los mismos planes.

— ¿Esto es por lo que dije de no tener novia? ¿O por Elena?

Mi mano la sostenía en lo alto, por lo que era un poco complicado para mí moverme con comodidad, me dolía.

— Suéltame Luca, te lo digo en serio.

— Diablo, ya está bien, déjala.

Connor intentaba ayudarme, pero bien sabía que era una locura ir en contra de este idiota loco ahora.

— Ella y yo tenemos que hablar, así que deja de meterte y sal de aquí.

Gruñó.

Estaba furioso.

— Estaré bien — Asintiendo hacia Connor— No quiero que te lastimen por mi culpa.

— Pero Jess...

Luca le dio una mirada que le dijo hasta de lo que se iba a morir, y Connor, amando su vida por supuesto, y no lo culpaba, me pidió disculpas con la mirada y se alejó.

— Me duele la muñeca ¿Ya me sueltas?

— Si te suelto no me vas a escuchar.

— Luca, lo digo en serio, me voy a enojar y no quieres verme enojada.

— Pero ya estás enojada ¿Qué quieres que yo haga?

Sus ojos se movían en todas direcciones, haciendo chirrear los dientes, estaba haciendo uso de todo su autocontrol para no lastimarme, el problema es que Luca no mide su fuerza.

— Suéltame y hablaremos, pero suéltame.

Su mano tembló, pero de todas maneras me soltó, dándome la oportunidad de acariciar mi muñeca, viendo sus dedos rodeándola, esto dejaría marca.

— ¿Por qué estás tan molesta?

— Me dices que te gusto y luego dices que no soy nadie para ti ¿Cómo quieres que no esté molesta?

— ¿Por qué querrías estar conmigo en primer lugar? Soy un idiota — observando mi muñeca— Y no paro de lastimarte — señalando— Ni siquiera me di cuenta de que lo estaba haciendo ¿Cómo se supone que sea bueno para ti? Ni siquiera quise decir esas cosas en el lago, creí que era lo que querías escuchar, nunca sé lo que quieres escuchar.

Podría darme de cabezazos con un árbol por lo complicado que es este hombre.

— Ese es el primer problema Luca, no tienes que decir lo que crees que quiero escuchar, tienes que decir lo que tú quieres, buscando las mejores palabras obviamente, para no lastimar a las otras personas.

— ¿No crees que es un poco extraño si te digo que... quiero que solo seas mía? No quiero compartirte, y odio verte con Connor, ese bastardo dijo que le gustabas.