𝐂𝐄𝐎.
El aliento helado que salía de sus labios se deslizaba en un vaho nebuloso fuera de su alcance, retrocedió sin dejar de mirar el cielo nocturno que se alzaba sobre ella cómo un silencioso manto. Su piel no sentía el frío que se enroscaba en el ambiente a pesar de la ligereza de sus prendas.
Dio un último vistazo al exterior, sintiendo claramente cómo su interior le gritara porque regresara y se quedara allí hasta el amanecer luminoso que pronto se cerniría sobre Metrópolis. Lena escuchó el sonido de los pasos de Jack arrastrándose sobre la madera pulida del piso del pasillo, en el silencio ondeó el suspiro somnoliento que soltó mientras entraba en la sala de estar, lejos de balcón que se abría sin ceremonias allí de frente.
Lena sintió los ojos de su mejor amigo arrastrándose por su figura, percibió la respiración profunda y cansada que tomó antes de que el fruncido de la ropa térmica se filtrara por el aire nostálgico del lugar.
"Lena, ve a tu habitación y descansa" recomendó Jack con voz calmada y suave "Mañana estarás ya de camino a National City y tomarás por los cuernos a todos aquellos que te subestiman".
Luthor sonrió, una sonrisa llena de astucia y tristeza, una mezcla de melancolía y furia.
"Iré pronto, Jack" sentenció sin molestarse en girar. Sus ojos verde agua parpadearon a la luz de las estrellas y planetas que se mostraban a distancia "Es mejor que tú vayas, sé que será duro todo aquí sin mí".
Jack dio un par de pasos hacia atrás y la sensación de pesadez se encontró abriéndose paso por su interior. Él sacudió sus manos sobre el albornoz plateado que cubría su pijama térmico azul.
"Lo será" dijo sin suavizarlo. Sin Lena allí todo sería más caótico y desafiante y todos debían acostumbrarse a ese hecho "Pero haremos lo mejor posible para mantener todo bajo control" prometió con una sonrisa en la oscuridad que inundaba cada vez con menos fuerza el lugar.
"Eso suena bien" habló Lena, ella se giró, le sonrió a Jack y se volvió para cerrar las puertas del balcón "Lamento dejarte solo, Jack, pero es necesario esto".
"Solo estoy enojado porque te llevas contigo a Sam también" jugueteó Jack "Pero te perdono si la dejas".
"Espero que me perdones en algún momento entonces" tarareó Luthor ganándose una sonrisa cariñosa de su mejor amigo, ella se acercó y le dio un beso en la mejilla mientras le susurraba "No hay alternativa".
Al día siguiente Lena estaba siendo escoltada hacia su avión privado en silencio, Samantha y Ruby Arias ya habían arribado unos minutos antes que ella y la esperaban en un cálido silencio dentro. Dos pares de ojos café la saludaron con un dulce abrazo, tan breve que ella lo sintió cómo una caricia de mariposa.
"¿Lista para mudarte?" cuestionó Samantha en voz baja pero segura "Aún puedes retroceder".
Lena miró con fervor a su amiga y habló con voz visceral. "Los Luthor no retroceden, Samantha, mucho menos yo. No lo haré, ¿sí?" suavizó al final, no contenta con el hecho de que sus instintos casi le ganen una batalla.
Sam asintió planamente, la sonrisa no se desvaneció de su rostro en ningún momento. Ruby se acercó a su tía Lena, la pequeña niña de manitas regordetas se abrazó a las piernas del Luthor y la miró con sus ojos cafés.
"Tía 'ena está bien" murmuró con su vocecita chillona. Ruby tenía cuatro años, ya cerca de los cinco, y había conocido a Lena durante toda su corta vida.
Lena se agachó y recogió a Ruby en sus brazos con ligereza para entregarla a su divertida madre, quien sabía que Lena no era precisamente una amante aficionada a la responsabilidad que traían los hijos.
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Auroras y Ocasos [Supercorp].
Fanfiction𝔸𝕦𝕣𝕠𝕣𝕒𝕤 𝕪 𝕆𝕔𝕒𝕤𝕠𝕤 [𝕊𝕦𝕡𝕖𝕣𝕔𝕠𝕣𝕡]. En pausa. Kara Danvers llevaba un año usando el traje de Supergirl, y tres años siendo madre. Ejercía en CatCo cómo asistente de Cat Grant y se sentía feliz. Ella estaba bien, pensaba que podía...