Auroras y Ocasos [Supercorp].

[Cinco].

ɢᴀʟᴀ.

Kara estaba trabajando con Camille a su lado cuando Lena apareció en su trabajo. Camille estiró su cardigán y llamó a su mamá con efusividad, Kara le prestó atención de inmediato, revisando su rostro y su cuerpo pequeño para ver si es que había alguna lesión en su hija. Cuando finalmente prestó atención a las palabras de su hija, Lena ya estaba frente a ella.

"Mami, mami. La tía de Ruby está aquí. ¡Mira!"

Vestida con una chaqueta larga verde militar sobre su ropa y con su cabello oscuro recogido se acercó, Kara se levantó rápido, recogiendo a su hija entre sus brazos y apoyándola en su costado.

"Lena, ¿una visita sorpresa a CatCo?" preguntó, sorprendida. Ver a la chica Luthor allí fue de alguna forma entrañable, Kara sonrió cuando su pequeña bebé saludó con la mano a Lena.

Lena se acercó y toqueteó las mejillas rosadas y mullidas de la pequeña Camille, luego, cómo recobrando la consciencia de lo que hacía, sacudió la cabeza y sonrió a Kara, quien la había estado mirando con ojos tiernos llenos de brillo, Camille dejó de reír y apoyó la cabeza en el hombro de su madre por un momento.

"No. Vengo para verte a ti, de hecho" explicó, obteniendo una expresión de extrañeza y desconcierto en el rostro de la rubia.

"¿En serio?" Kara ladeó la cabeza, Camille la miró y siguió el movimiento. Lena reprimió una sonrisa, parecían dulces e inocentes cachorros.

"L-Corp hará una fiesta este fin de semana. Es una gala para recaudar fondos para el Hospital de niños después del horroroso ataque a su nuevo edificio. Esperaba que vinieras".

"Mami, ¿gala es cómo una fiesta? Las fiestas son bonitas" Hizo pucheros Camille. Kara abrió los ojos azules bien grandes, miró casi con auxilio a Lena y negó con la cabeza volviendo hacia su hija.

"No, no, no lo es".

"Literalmente eres mi única amiga de National City" Dijo Lena, Kara entrecerró un poco los ojos, preguntándose entonces porque no llevaba a una de esas tantas chicas que estaban tan dispuestas a estar con ella, según las revistas, por supuesto. Ella no escuchaba a escondidas lo que decían sus compañeras sobre la fuerte mandíbula de Lena Luthor.

O sobre el hecho de que parecía poder cortar vidrio con ella, o que sus ojos eran hermosos e intimidantes. O que su voz levemente ronca y con acento era malditamente sexy. O que toda ella emanaba una vibra seductora que consumía todo a su paso. Su ceño se frunció más al escuchar el último comentario de Carol, una pasante. Por alguna extraña razón Lena desfilaba una sonrisa afilada y descarada, un brillo divertido casi ahogándose en el color de sus ojos.

"Esperaba que pudieras venir. Significaría mucho que vinieras" Comentó Lena, arrastrando un poco las palabras alrededor de su lengua y dejándolas escapar con un tono de voz más persuasivo y coqueto. Mordió su labio inferior, su mirada fija en el rostro de kryptoniana. Lena se estaba diciendo a si misma que solo lo hacía porque quería molestar a Kara.

Kara casi entró en estado catatónico por el tono y la acción de Lena Luthor, pero la mano de su hija apretada en su oreja la salvó de ese destino.

"Mami, ¿puedo ir?" Suplicó, Kara miró a Lena de vuelta, interesada en que diría la joven Luthor. Lena miró a la niña, sopesando sus opciones, y suspiró cuando vio grandes ojos azules e inocentes mirarla soñadores.

"Solo dile que no me mire así" Pidió Lena, desviando la mirada algo avergonzada.

Kara escuchó los latidos del corazón de Lena acelerarse un poco, así que, confundida por la petición de Lena, miró a su hija y encontró la mirada de cachorro patentada de Little Zor-El Danvers.