[Cuatro].

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𝐍𝐞𝐠𝐚𝐜𝐢ó𝐧.

Habían intentado matar a la presidenta. Y Kara había estado flotando sobre el espacio por haberle estrechado la mano si no hubiese tenido que cuidar de la presidenta, y de Camille junto a su incesante mal genio. Camille estaba enojada por no poder conocer a la presidenta, y porque seguía suspendida. También debía trabajar, así que tampoco tenía demasiado tiempo para dar la vuelta al mundo a falta de poder volar entre planetas.

Kara admitía que estaba nerviosa por volver a ver a Lena Luthor, aquella era su primera entrevista real; Kara estaba casi temblando de los nervios. Tomó una bocanada de aire y se preparó para entrar, ignorando deliberadamente la mirada extrañada y por poco divertida de la mujer joven que le había permitido el paso.

"Señorita Luthor" Saludó Kara con un suspiro que se escapó de sus labios al observar a Lena Luthor, los vestidos se le veían genial, por supuesto, pero los trajes quitaban el aliento. Ella era curvilínea, brazos fuertes y constitución atlética. Se preguntaba cuántas horas duraba en el gimnasio para poder mantenerse así. Kara también tenía buen cuerpo, músculos tensos y cuerpo de complexión de lo más deportiva. Pero ella era una extraterrestre que luchaba con los chicos malos, no una científica CEO de una compañía de Fortune 500 con una familia maniática que intenta asesinarla cada dos días.

Lena estaba vestida con un traje de tres piezas, el chaleco apretado a su torso y la chaqueta colgando detrás del espaldar de su silla, el pantalón embutido en sus piernas de forma perfecta y las mangas de su camisa estaban arremangadas dejando expuestos los tersos, pálidos y fuertes antebrazos. Bien, sí, Lena Luthor era caliente. Cualquiera con ojos sabría apreciar su belleza dominante y poderosa. Era intimidante hasta mirarla a los ojos, pero no de una forma que instigue miedo, era solo ella. Su aura inspiraba respeto, porque ella era quien concedía el permiso, ella era quien tenía el control.

"Llámame Lena, por favor" Recomendó Luthor, la fuerza suficiente en su tono de voz que decía que era preferible que hagas lo que decía.

Kara tampoco era de las que se doblegaban, al menos no tan fácilmente, por lo que se sorprendió a si misma cuando descubrió que en realidad ella quería llamarla Lena, sin necesidad de que le digan que lo haga. Sonrió.

"Bueno, si te llamo Lena..." Comenzó Kara, pero Lena no la dejó acabar. Luthor sonrió, ladeó la cabeza un poco y pareció recorrerla con la mirada.

Kara no sentía que estuviera mal vestida, usaba pantalones de vestir color verde militar, una camisa de botones blanca debajo de un suéter de lana gris que se pegaba a su torso y mocasines, pero por alguna razón sintió algo de vergüenza por el hecho de que Lena la estuviese analizando con su mirada profunda.

"Kara" terminó Lena por ella, Luthor sonrió. Divina sonrisa, Kara no pudo evitar notar que sus labios parecían suaves y tenían un hermoso color rojo coloreándolos. Notó también los caninos un poco más largos que los de un humano promedio, pero más cortos que los de un vampiro convertido. Pronto una sonrisa que parecía entre divertida y maliciosa cubrió los rasgos de Lena.

Kara se la perdió, pues sus pensamientos estaban variados entre lo bien que se veía Lena Luthor y en el hecho de colmillos afilados en humanos. Lena recompuso su expresión y modeló sus rasgos a unos educados.

"Si tienes un recibo de estacionamiento, lo validaré con gusto" Ofreció Lena cuando notó que Kara solo desviaba la mirada con una sonrisa suave, mejillas levemente rosas y ojos distantes. Su mente pensando en las posibilidades de excusas que pondría la rubia. Notó como los ojos de Kara se abrían en sorpresa, cómo los nervios se exteriorizaban y sus manos comenzaban a jugar entre sí.

Auroras y Ocasos [Supercorp].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora