[Diez].

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ʟᴇɴᴀ.

Había sucedido de nuevo, pero esta vez la víctima era alienígena. Reportada desaparecida unas ocho semanas antes del incidente. Mujer de treinta y dos años. Sus brazos habían sido cortados verticalmente, tenía la misma incisión en su nuca y la misma marca detrás de su oreja.

En el DEO seguían sin reconocer la sustancia y no había ninguna conexión con entre las dos víctimas. No encontraban más rastros de Cadmus o de Lilian, y Alex y J'onn había comenzado a creer con más fuerza que Lena podría estar involucrada, ya que no había sido vista en público desde el último atentado de Cadmus.

Kara tenía fe en que no fuera eso. Ella sabía que Lena era una buena persona, estaba invicta de problemas masivos. Pero aun así estaba preocupada por no saber nada de ella. Con cada semana que pasaba iba aumentando su inquietud.

Un mes, un mes sin ver a Lena o a Sam, sin saber más allá del hecho de que estaban juntas y que estaban pasando por una etapa caótica, por lo que tendrían era difícil manejar el trabajo y sus vidas al mismo tiempo. ¿Y por qué no le habían avisado antes o llamado? Kara sentía una desazón que, formalmente, no debía corresponderle. Ellas eran mejores amigas hace mucho tiempo, y ella era solo una intrusa.

Por otro lado, Lena se había hecho amiga del Vodka Spirytus. Porque sus alas no respondían cuando ella lo deseaba, su fuerza comenzaba a fallar parecido a la señal en un radio antiguo y su cerebro se llenaba de pensamientos que no eran suyos en momentos inesperados, se había vuelto una rutina horrible. No sabía manejar sus poderes, no se había acostumbrado a romper su móvil. No se había acostumbrado a nada, y aquello solo era la punta de la montaña de pesares.

Su cuerpo cada noche se sumía en una bruma entumecida inducida por el bálsamo de dolor sobre el dolor anterior. Se había vuelto más callada, porque aunque se sentía más libre en su ser y sentía que podía con todo, descubrió que el peso de un secreto de identidad continuaba siendo una gran carga sobre sus hombros.

Era distinto a lo que era antes. Era más difícil.

Anteriormente había tenido que guardar el secreto de sus poderes, de los poderes que había estado obligados a mantenerse bajo control, ardiendo bajo su piel. Burbujeando y golpeando como una marea furiosa. Era un tsunami, uno que arrasaba con todo a su paso, arrastrando escombros y dejando solamente agonía tras su paso.

Un tsunami que se mantenía bajo estricto control, uno en la que las aguas solamente se desbordaban con un ligero temblor cada poco tiempo, cuando tambaleaba esa firme estructura que impedía que todo se derramara. Ese tsunami había sido liberado, dejando imposible la tarea de ignorar lo que era.

Y era doloroso ocultarse completamente de nuevo. Porque los estragos que dejó el tsunami fueron reconstruidos por completo. No quedaba mucho de la estructura que antes había allí, esa estructura sosa y fría, con grietas y pedazos faltantes. Ella había sido rehecha. Ocultar todo aquello era devastador.

Aún sentía que algo faltaba, aquel brillo que era tan cálido y dorado y azul y tan maravilloso... Sin embargo, se sentía mejor consigo misma. Ella había perdido mucho, le habían hecho tanto daño que muchas partes eran solamente grises y metal sólido. Pero todo era un cumulo de cosas que la formaban tal y como ella era. En su pecho se concentró un dolor sordo, una punzada suave pero no menos intensa. Lena simplemente dejó que fluyera.

"Vamos, Lena, solo salta" Pidió Jack desde un costado suyo. Lena lo miró de reojo e intentó sacudir sus alas para que perdiera golpearlo.

Consiguió que su ala izquierda tropezara con la derecha y que sus pies se enreden. Casi cae, pero no lo hizo.

Auroras y Ocasos [Supercorp].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora