15. Tres Griffyndors preocupados, Reggie piensa antes de hablar y Oye es...

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15.
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Tres Griffyndors preocupados,
Reggie piensa antes de hablar
y Oye es una puerta, sólo abrela.
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Regulus tenía como prima a Bellatrix Black, una bruja de lo más espeluznante. Sería mentira decir que no le aterraba el estar cerca de ella.

Por supuesto que siempre que la encontraba tenía a Sirius a su lado para sentirse protegido, algo que le inquietaba a futuro, por el posible caso de ya no tenerlo junto a él.

Pero hay que dejar en claro que, el Black menor no le temía únicamente por su personalidad cruel y agresiva.

No. Era más bien, por lo que se enteró, de lo que le pasaba a los pequeños gatitos, que se encontraban con la muchacha de pelo rizado.

En su visita a la casa de sus tíos encontró al cuerpo de un gato de pelaje anaranjado, tirado junto a uno de los estanques que había.

Recordaba perfectamente la voz de su prima, tan malvada y risueña contándole de los nuevos hechizos que había aprendido y usado en el pobre felino.
Él se había quedado estático viendo el cuerpo muerto, hasta que Sirius llego y lo apartó del lugar, gritándole a Bella lo loca que estaba.

Apesar de que su hermano lo tranquilizó, nunca pudo borrar la imagen del gato y la alegría con la que su prima hablo de como lo torturó.

En ese momento tenía unos seis años pero entendió rápidamente el concepto de la muerte. No pasó mucho para ver otro de las pequeñas víctimas de su prima tiradas en el suelo.

Después de ver al sexto, ya no reaccionaba de la misma manera, si bien si sentía lástima y algo de angustia por el animal, había comenzó a tomarlo como algo normal, que al final del día terminaría con su hermano quejándose en su habitación de lo desquiciada que era Bellatrix.

Cuando estaba por cumplir ocho, la vio hacerlo. Lanzarle hechizos tras hechizo, al pequeño felino de pelaje negro, que claramente estaba lastimadolo.

El era un sangre pura educado y criado para contener cualquier reacción o emoción que se considerará inadecuada para ser mostrada en público. Pero con tal imagen no pudo evitar soltar un 'detente'.

Obviamente Bella lo escucho. Con una sonrisa terrorífica, se había acercado a él, a paso lento, provocando que una olada de miedo lo recorriera.

"Tranquilizate, Reggie."

Dijo ella para después llevarlo a donde estaba el animal.

"Él está bien. La verdad, no importa cuantos hechizos reciba, siempre se levanta."

Las palabras de la bruja cobraron sentido, mientras el pequeño con mucha dificultad, se paraba en sus temblorosas patas.

"Aún que eso ya se está volviendo aburrido."

Pronunció Bella con un tono parecido a él cual le hablaría a un niño, pero lleno de burla.

"Tal vez hay que hacer que se quede en el piso."

Sentenció ella mientras su varita era apuntada al felino.

Regulus viendo las chispas verdes comenzar a salir, empujó el brazo de su prima a un costado. Cuando las palabras de la bruja terminaron el hechizo, este choco con lo primero vivo que encontró en su camino, haciendo que un ave de azul color, cayera al piso.

Un silencio inundó el jardín, Regulus jamás podrá olvidar el sonido del viento correr levemente, mientras temía lo que Bella podría llegar a hacerle al atravesarse en su camino.

El Escondite del Lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora