El Escondite del Lobo

5. Una muy preocupada Poppy Pomfrey y alguna caídas.

Poppy Pomfrey había comenzado a llenarse de preocupación al no ver llegar a el Gryffindor.

No era raro que la transformación llegase a matar a un hombre lobo y ella lo sabía bien. Remus sólo era un niño, no quería ni pensar en que algo así podía pasarle, a pesar de realmente tener ese miedo todas las lunas, desde el primer año en el que entró el pequeño.

Tan pequeño y más asustado de poder lastimar a alguien que lo lastimado que podía quedar él después de la luna.

No podía dejar de pensar en ese recuerdo mientras miraba la hora en el reloj que colgaba en la pared.

Él era realmente puntual a la hora de volver, no más unos veinte minutos de que salía el sol y ya se encontraba en la puerta de la enfermería.

Habían pasado unos cuarenta minutos desde que el sol salió. Se sintió como una tonta al hacerle caso al niño cuando le pidió que no fuera a buscarlo a el árbol. Sabía que no era buena idea dejarlo, pero cuando esos ojos marrones la miraron con súplica, no pudo evitar caer.

Con un fuerte resoplido de exasperación salió a la puerta de la sala. Si no lo veía en los próximos cinco minutos estaba decidida a ir por él, incluso si tenía que atravesar el túnel hasta la casa para ello.

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Intentar escapar hubiese sido absurdo. Severina, sabía que lo era cuando los ojos llenos de lo que parecía alivio, los alcanzó a los dos.

Un pequeño pensamiento de tirar a Lupin ahí y huir de las preguntas que seguro tendría la sanadora, surgió en ella. Siendo rechazada al instante en que Mandame Pomfrey corrió a ellos.

" Oh, por Merlín. Estaba tan preocupada."

Exclamó la mujer tomando a el Gryffindor, haciendo consiente a la azabache de el peso que había llevado, al sentirse ahora, más liviana.

Siguió a la sanadora entrando a la enfermería con ello. Después de colocar a Lupin en una camilla que parecía preparada para él, la mujer se detuvo a ver la. Mostraba su desconcierto claramente en su rostro, al darse cuenta que la Slytherin no debería estar ahí.

"¿Qué fue lo que paso?"

Pregunto com voz temerosa, inspeccionado con la vista a la muchacha.

El no encontrar heridas visibles la detuvo de lanzar un hechizo para saber la condición de la azabache, pero la notoria manchas de barro no dejaron que la tranquilidad llegará.

Severina se apresuró a responder, alarmada por la mirada que le estaba dando la mujer mayor.

"Yo encontré a Lupin caminando por el pasillo. Se veía muy mal, así que lo ayude a venir aquí."

Con un rápido pensamiento agregó para encubrir aún más la verdad y impedir la posibilidad de que el castaño hablase.

"No tuvimos una pelea, se lo juro. Yo sólo pase y lo vi que apenas podía caminar."

Ante la mirada de duda de la medimaga, Severina siguió con su falso y poco notorio, tono nervioso , sabiendo que la idea de que ella había entrado por el túnel se estaba llendo de la mente de la mujer.

"Es de enserio, no lo ataque. Cuando lo encontré ya estaba así."

Tras las palabras agregadas con dramatismo, Madame Pomfrey sonrió casi aliviada, lo que dejó en claro para la Slytherin que había caído en el engaño.