Naruto, El Relato De Un Shinobi

Capitulo 32 "La llegada de la Primavera"

Naruto se despertaba de golpe cuando su maestro golpeó la puerta de su lugar para que se pusiera atento por su expresión, pero antes de abrir, miró hacia atrás para no ver dentro del carro a la mujer.

Naruto: (Ella se fue, maldición). Saliendo hacia afuera todavía con la capa sobre él.

Jiraiya: Parece que ya te diste cuenta, la están buscando, yo me quedaré aquí a proteger a estos muchachos, así que ve y ayuda a los Nin de Kumo en la búsqueda. Dijo que sin pensarlo el rubio salió hacia cualquier dirección en un movimiento rápido.

Con la princesa

La mujer corría a través de la tundra fría con el único pensamiento de alejarse de este país, que provocaba las pesadillas de la muerte de su padre, amigos y sueños, hasta que tropezó cayendo en la nieve mientras recordaba las palabras de su padre, con el regreso de la Primavera al país, murmurando para ella que es un sueño infantil, comenzando a cerrar los ojos cuando nieve de la rama de un árbol cayó sobre su cuerpo.

Unas lagrimas derramó hasta que sus ojos vieron dos pies que estaban a centímetros de ella, levantando la mirada para ver a Naruto, con una actitud cabizbaja hacia la mujer que desviaba la mirada hacia abajo.

Naruto: Ven levántate deja te lleve de nuevo, te vas a congelar si te quedas ahí y eso no lo voy a permitir. Dijo sin vacilar cuando Koyuki se levantó sin decir nada y dirigirse pasando sus brazos alrededor del cuello del rubio, mientras este la levantaba lentamente sobre su espalda, sosteniéndola desde sus piernas, para comenzar a caminar de nuevo a la posición de los demás.

Caminando en silencio aunque parecía incómodo, a Naruto no le molestaba, pero la mujer sentía el calor del chico de su espalda muy relajante, algo que no tuvo tiempo de disfrutar por estos días.

Koyuki: (Como puede el ser tan cálido cuando no le agradecí esa vez, por qué me ayudan). Sumida en sus pensamientos cuando vio que el rubio llegó a un sendero recto que llevaba a una paso entre la montaña frente a ellos, adentrándose para acortar las distancias.

En ese momento un pequeño pico de chakra llegó hasta los sentido de Naruto ya en medio del paso, mirando hacia atrás, ambos divisaron dos viga de metal que aparecía por el suelo, cuando una de las dos varas corredizas pasaron entre sus piernas, con escalones rectos de metal que las unía por el centro.

Naruto: Acaso estas son vias, con chakra. Mencionó incrédulo, al igual que la mujer cuando sintieron el sonido de un bocinazo proveniente desde donde aparecieron las vías.

Koyuki: Eso es un tren, TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ. Grito cuando el rubio comenzó a correr, mirando hacia atrás para ver a la máquina blindada entrando al pasadizo a mucha velocidad.

Naruto: (Mierda, debo liberar los sellos). Comenzando a concentrar todo el chakra en sus piernas, deshaciendo los sellos del cuerpo, que tomó por sorpresa a Koyuki que se separaban ahora mucho más del tren, llegando hacia la otra salida a tiempo, moviéndose hacia un lado para evitar ser triturados por la máquina.

El tren salió hacia afuera pero su velocidad comenzó a cesar para frenar lentamente, haciendo que Naruto ahora este en alerta, viendo que por una compuerta del último vagón se abría para mostrar a un hombre de cabello oscuro hasta los hombro, un rostro imponente de gran nariz y ojos azules fríos, usando una túnica blanca sobre todo su cuerpo de gran complexión ya que el tipo media cerca de los dos metros.

Koyuki: Imposible, Dotõ. Dijo para que el ninja de Konoha conozca la mente detrás de ese ataque.

Dotõ: A pasado tiempo princesa. Dijo el hombre con severidad más que con una bienvenida desde un altavoz para la ira de Naruto, hasta que colina arriba varios troncos golpearon el costado de los vagones del centro, sorprendiendo al rubio con Koyuki, pero Dotõ miró sin inmutarse hacia la colina en donde los troncos provinieron, mostrándose a Sandayū con una armadura Samurái, junto a varios más con una Katana en alto.