Heliotropo - Devoción

C25 - El vigésimo quinto día de convertirse en Dios

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El sistema le dijo a Jiang Ci lo que había sucedido solo después de que él e Ivy se separaron.

Jiang Ci se tocó el rabillo del ojo, ―¿Dijiste Ivy ...? 

El sistema respondió afirmativamente y comentó:【Estabas completamente indefenso contra él.】

Fue porque Jiang Ci estaba completamente indefenso contra los administradores que había creado que se le aplicó la habilidad de detener el tiempo de Ivy. Siempre que Jiang Ci tenía un pensamiento defensivo, era inmune a la interferencia bajo la influencia de su mente.

Mientras Jiang Ci pensaba, el sistema le dijo:【Ahora deberías confiar en el juicio del sistema, excepto en el caso de Ash, todos los administradores que has conocido hasta ahora les gustas más de lo que crees.】

Ya estaba claro que había algo más que el afecto natural de una creación por Dios.

Jiang Ci se quedó estupefacto y el sistema suspiró:【Querido anfitrión, eres realmente una persona pecadora.】

Esto hizo que Jiang Ci se quedara aún más estupefacto. Para ser honesto, tenía la rara sensación de quedarse sin palabras.

El sistema entendió su reacción. Desde el descubrimiento de la provocación natural y la sensación de crisis de su anfitrión, el sistema rápidamente llevó a cabo un análisis más detallado de la información de su anfitrión. A partir de su educación personal, el sistema descubrió que al anfitrión le costaba mucho aceptar el afecto y el amor de los demás.

En otras palabras, instintivamente los evitaría debido a la desconfianza.

En el pasado, el cortés rechazo de Jiang Ci siempre hacía que la gente se rindiera. En la sociedad de su lado del mundo, nadie podía durar mucho tiempo sin una oportunidad. Pero en este lado del mundo, los administradores creados por Jiang Ci eran diferentes.

Cuanto más apasionada era la emoción, peor era Jiang Ci al lidiar con ella.

Según el sistema, si las cosas seguían así, no era imposible que uno de los administradores pudiera romper la línea de defensa de Jiang Ci.

Pero si esto realmente sucediera, las cosas se complicarían más y el sistema estaría muy deprimido. Cuando su anfitrión regresara a su mundo original, el sistema no quería imaginar la reacción del administrador que le tenía mucho cariño y había quedado fuera.

La probabilidad de poder seguir siendo un buen administrador bajo el nuevo dios era realmente baja.

Jiang Ci no lo pensó mucho más, pero todavía tenía dos administradores a los que no se había acercado para completar su plan. Dado el comentario de Ivy de que recibe poca atención, Jiang Ci prometió acompañarlo al teatro mañana antes de que se separen.

El desarrollo de la civilización aquí era aún más rápido que en el mundo original de Jiang Ci, y la industria del entretenimiento no había disminuido en absoluto, haciendo que el teatro fuera equivalente a una sala de cine. Sin embargo, era obvio que no podía ir él solo acompañado.

Jiang Ci pudo decir por su expresión que Ivy estaba infeliz. Dirigió una mirada fría a Luci y al Dragón en el hombro de Jiang Ci, pero no dijo nada.

Jiang Ci le devolvió la mirada tranquilizadora y luego le preguntó: ―¿Podemos ir juntos? 

Tenía que estar de acuerdo con Ivy, y Jiang Ci lo aprendió desde el principio. Mostró una actitud inquisitiva en este punto, en lugar de tratar de convencer a la otra parte, para que Ivy pudiera estar de acuerdo de mala gana.