LUKLOE- EL ACUERDO

33. ESTOY AQUÍ PARA CUIDAR DE TI.

—¿Cual es tu nombre?, no es como que debas dicirlo pero... Pero yo enserio quiero saberlo—  los ojos del muchacho, estaban fijados en el, como esperando una respuesta.

—¡Soy Luka!

—¿y de donde as salido Luka? No parecés ser la clase de chico que frecuente este tipo de hoteles. No te ofendas—
En ese momento la presencia de un chico como Luka le parecía extraña, pero no percibía ninguna clase de sentimiento negativo o maligno en el, al contrario parecia ser un chico muy normal con una vida normal.

—Estoy en busca de alguien

—¿Una persona importante? Una chica supongo— al escucharlo decir eso último Luka sonrió algo apenado.

—Si. E venido desde París solo para encontrarme con ella.

—¿Enserio? Parece estúpido venir desde París solo para buscar a una persona.

—Por amor se hacen cientas de estupideces...

Con mucha frialdad Felix soltó a Chloe, en ese momento se dio cuenta que la chica que con desesperación Luka habia ido a bucar era nada mas y nada menos que la misma a la que el queria conquistar. "Que vida tan ridícula".
Sin pensar en nada el rubio se dirigió hasta Luka dispuesto a golpearlo.

—¡Ya basta Felix! ¿Esta es la forma en la que le demuestras a Chlo que la amas?

—¿Que haces aqui Adrien?

—Evito que hagas una locura, pero ya veo que llegue tarde— Felix lo miró con supremo resentimiento, parecía que la historia siempre tendia a repetirse, nada había cambiando y parecían las mismas discusiones de niños.

—Esto es una mierda. ¿Es una maldita broma?— los gritos del rubio estaban fuera de control. —Estabas en Nueva York buscando a...

—No sabia que estábamos hablando de la misma persona— respondió Luka mientras la chica confundida miraba hacía ambos lados.

—¡No. No puedo creerlo! ¡Maldicion!— serio miró hacia el suelo con los ojos tristes y una naciente furia en lo mas profundo de su corazón. Apenas y le dedico una mirada a la pareja y sin más se marcho montandose a su lujoso auto.

—¡Chloe!—pronuncio Adrien muy triste al ver la cara de la chica repleta de miedo, ansiedad y dolor. Ella se puso de pie y el abrió los brazos para consolarla con un abrazo, sin embargo...

Los tacones repiqueteaban contra el suelo del lujoso hotel, de inmediato la rubia lo abrazó, era como si su cuerpo actuará por voluntad propia. Ella estaba muy asustada. —¡Luka!— se aferró con mucha fuerza a sus brazos, lo cierto era que sentía una inmensa calidez bajo la protección que el le brindaba. —¡Estaba tan asustada!—Trató de hablar normal
a pesar de que no podia dejar de llorar.

—¡Esta bien, ya todo paso!— Luka agarro su delicada mano. Sus dedos estában lastimados debido a la fuerza que Felix había aplicado para colocarle el anillo. Ella se tenso al mirarlo inclinarse solo para besarlos y decir: "estoy, aqui para cuidar de ti "  aquellas palabras hicieron más que conmover su corazón, Se quedo paralizada en su lugar. Nunca imaginó que existiera alguien que lograra comprender lo que estaba sintiendo, alguien que la amara tanto que deseara protegerla de todo.
Sus lágrimas bajaban como cascada desde sus ojos. Los varoniles brazos se extendieron por su diminuta cintura: eran tan fuertes que sentía como su cuerpo quedaba sin aliento, recostó la cabeza en su pecho y suspiró con alivio.

—¡Tranquila!...no llores mas ¡Tranquila estoy aqui!— desesperado intentaba calmarla mientras se preguntaba: ¿Que habían presenciado sus ojos?...
Sin embargo se quedo en silencio, no quizo ser imprudente, solo podía callar y prestarle el abrigo de humanidad que en ese momento ella necesitaba.
Poco a poco sintío como el delicado cuerpo se ponía menos tenso, sus sollozos disminuian y sus lágrimas dejaban de bajar por sus mejillas, por un momento pudo sentír la paz que le transmitía a su amada y a ella dejando que su cuerpo la recibiera. Sinceramente no supo cuanto tiempo duro el momento, le parecía una eternidad, su mente vagaba en un sólo pensamiento, "aquí estoy, nada malo te volver a pasar".
De repente rompió el silencio y levantó su angelical rostro solo para decir:"No sientas miedo" con una sonrisa logró al fin calmarla Su presencia le demostraba el amor y la comprensión que necesitaba...
Esto fue suficiente para traer una sonrisa a su cara, Luka Limpio sus mejillas, acariciando su rostro hasta llegar a sus labios. —¡No llores mas, no estoy seguro de lo que pasa, pero estoy de tu lado.
Escuchar aquello la hizo sentir mucho mejor, su dulce voz la tranquilizo.