LUKLOE- EL ACUERDO

31.LOS CUATRO.

🐍🐱🐝🐞

El alcalde estaba mejorando con cada día. Parecía que la presencia de Chloe solo lo fortalecia más y más.
Como era de esperarse Felix había llegado a París con la intención de ver a la rubia, pero esta siempre encontraba una excusa para evadirlo. Pasando todo su tiempo con Luka.
Así que allí estaban ambos jovenes en la enorme habitación de la chica. Eran las 7:30 pm y apenas habían regresado después de pasar todo el día en el hospital.
Extrañamente la señora Bourgoise se había ofrecido a cuidar a su esposo sin darle la oportunidad a su hija de decir algo. Al parecer era ella quien no se había querido separar un minuto de lado de Andre...

Chloe dormía un poco incomoda en el brazo de su novio mientras este la miraba atentamente.

—¡Oye, deja de verme tan fijamente pervertido!— habló ella sorprendiendolo y haciendo que se sonrojar. —Se que soy bellísima pero tampoco exageres.

—Yo, solo te vigilaba. Casi pensé que habías muerto del cansancio— sonrió divertido. —Pero tus ronquidos me confirmaron que no.

—¡¿De que hablas?! ¡Yo no ronco tonto, soy una princesa!.

—¡Pero si hasta estas babeada!— le señaló la mejilla.
De inmediato la rubia se puso de pié y corrió hasta un enorme espejo comprobado que no tenia nada en el rostro.

—¡Que idiota!— sin pensarlo saltó sobre el cayendo ambos al suelo.
—¡Jajajajajaja!.

—¡Que traviesa eres, me tomaste de sorpresa!— la chica se veía mucho más relajada y en un dulce acto de amor comenzó a depositar varios besos sobre toda la cara de Luka.

—¡Quiero darte muchos besos Lukipuki, bobito!— el sonrió y como era de esperarse se dejó amar por la caprichosa Chloe.

—Ahora que dejé que me dieras amor, quiero algo para mi.

—¿Un obsequio pervertido? ¿quieres que me vista de abejita?— con un toqué sensual le guiño el ojo, sonrojandolo de nuevo y haciendo que este se pusiera de pié y se sentara en la cama. —Luki, no es para tanto, es solo una brom...

—Baila para mi.

—¿Que?.

—¡Nunca te e visto hacerlo, dame una demostración! Yo e tocado muchas veces para ti, seria justo ¿no? — la muchacha se levantó y con suma delicadeza solto su rubia cabellera haciendola caer suavemente sobre sus hombros.

—¡Deleitate con esto Couffaine!— con lentitud comenzó sus movimientos, tenía una flexibilidad increíble, Luka no pudo evitar tragar grueso tras mirar cada paso que ella realizaba, podía jurar que sus ojos contemplaban un angel danzando sobre las majestuosas nubes del cielo...

—¡Chloe!.
Con sutileza y como parte del baile se acercó hasta la cama, quedando muy cerca de el.
Con movimientos lentos bajó la cabeza a la altura del sonrojado Luka.
—Hueles muy bien, para alguien que pasó todo el en un hospital— dijo ella en un suspiro, él se quedo inmóvil cosa que la chica aprovechó asiéndolo caer sobre la cama y quedando justo sobre él.

—Es...Es que Juls me llevo algo ropa y pude usar una de las duchas que...Que los doctores... El doctor Hamel.
El muchacho apenas y podía hablar, la miraba directamente a los ojos.

—¡Bien!—se separó por completo.
—Tomare un ducha. Y deja de verme así Couffaine. Tu eras el que quería que danzara.
Como si nada se metió al baño, no sin antes voltear y diserle pícaramente a su novio : "Esta vez si estaremos prevenidos"

Luka se cubrió la cabeza con uno de los cojines de la gran cama, el corazón le latía. Pasó casi 10 minutos en esa posición, luego pensó que era normal ese tipo de proporciones tan sugerentes.
Con determinación se puso de levanto de la cama dispuesto a seguir a su chica, cuando depronto escucho la puerta. No habían pedido la cena todavía y se suponia que Jean llagaria hasta mañana.