LUKLOE- EL ACUERDO

17. CONFÍA

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Estaba cansada como nunca lo había estado. La extensa plática con su papi, apenas y le había permitido pegar los ojos
"Pensé que lo tuyo con él muchacho era solo un capricho"
--Solo un capricho-- incluso pronunciar aquello le parecía molesto. Nadie tenia la autoridad de sentir por ella, nadie podía imponerle a quien amar de verdad. ¿Que tenia de malo él? Era una persona gentil, algo cursi y puritano si, pero era honesto y fiel a lo que decía.
-¿Señorita esta lista?- la puerta del auto ya estaba abierta. Con su típica elegancia la rubia bajo del vehículo, como siempre Sabrina ya estaba allí esperandola. Lista para un nuevo día.
-Chloe, traje tu batido de frutos rojos-
-Si, si, gracias- algo irritada tomó él vaso, que su amiga le ofreia, odiaba los frutos rojos pero en ese momento no tenia ganas de discutír.
"Chloecita, es por nuestro bien
familiar hijita. ¿as visto su mugroso aspecto?" ¿que tenia de malo su aspecto? Quizás él no era experto en moda pero...¡¿Y que?! Habia personas adineradas peor vestidas, Es mas al demonio la moda. Luka valía mas que lo que traía puesto, a él tampoco le importaba él aspecto que ella tenía. era su interior lo que él había mirado, así que a ella le importaría lo mismo.

Tan distraída estaba la chica que apenas y notó la puerta frente a ella e inevitablemente cayó al suelo. Al parecer había sido un golpe fuerte, puesto que su labio sangraba.
-¡CHLOE!- Los exagerados gritos de Sabrina terminaron por detonar él estrés que la estaba matando y sin razón aparente la rubia comenzó a llorar. La peli-roja corrió como loca en busca de ayuda dejando a su amiga sentada en el suelo llorando desconsolada.(Sabrina entró en pánico)
-¡Chloe!-
-¡Couffaine!- allí estaba su dulce voz. Los fuertes brazos la levantaron sin problema y seguido a ello la llevo a la enfermería, la depósito en la camilla y al verse solo decidió que sería él mismo quien limpiaría la herida.
-¿Duele mucho?- pregunto preocupado, pero ella como la niña berrinchuda que era solo desvío la mirada y lo ignoró.
-¡Auch!, ¿podrías tener mas cuidado tonto?-
-Lo siento- con mucha mas delicadeza, limpio él rastro de sangre, que invadía su labio, los largos dedos que recorrian su piel, no hicieron otra cosa mas que estremecerla y sonrojarla como una verdadera estúpida.
-¿Mejor?-
-Si- discreta y calladamente sacó un pequeño espejo de su bolso. Analizo detenidamente la pequeña herida tratando de comprobar que no dejaría marcas.
-Es una herida pequeña, dudo mucho que deje marcas-
-¿como lo sabes?... ¡Ah! No puedo tener marcas en la cara soy una persona publica. Mis labios tienen que permanecer perfectos-
-Tus labios siempre serán perfectos, delicados, sueves, adictivos y empalagosos como él algodón de azúcar, incluso con él mismo tono rosado maravilloso- los ojos de la chica brillaron al oír esas palabras, sus rodillas flaquearon al sentirlo tan cerca y una vez mas su cuerpo entero se estremeció al captar él calor de sus dedos acariciando su mejilla.
-vas a estar bien, reina de París-
-Si claro, doctor Luki- por primera vez durante esa mañana al fin sonrio, como una niña necesitada de amor se lanzo a sus brazos y lo apretó con fuerza. Luka la miró con una sonrisa de medio lado, mientras respondía al abrazo.
"Maldito Couffaine lo quería tanto, incluso mas que a sus joyas o a las prendas de diseñador que guardaba en él armario. Mas que a los largos viajes a Suiza y mas que a todos sus zapatos... Todo de él le gustaba, desde su azulado cabello, hasta su desaliñado estilo. No, no estaba dispuesta a dejarlo ir, lucharía contra todo por no perderlo. Lucharía hasta agotar posibilidades"
Se quedaron serios, mirandose fijamente, seguramente deseosos por besarse y tal vez lo hubieran hecho, de no ser por
"Sabes que puedo volver la vida de ese chico un infierno en lo que le quede de existencia" las palabras son mas poderosas que las armas mismas o almenos en eso pensaba la rubia, mientras se separaba del muchacho.
Siendo Sabrina quien en compañía de una enfermera, habían terminado de interrumpir.

-estoy mejor Couffaine. Por que mejor no vas a clase, Sabrina y yo haremos lo mismo, en un rato- y sin mas se acostó en la camilla, para ignorarlo. Resignado se dejo sacar del cuarto por la enferma.
-¿Te sientes muy mal Chloe?-
-Solo necesitó una aspirina, no es nada grave- la chica de los anteojos, se quedó mas tranquila al oír a su mejor amiga...
Así pasaron 20 minutos, minutos en los que no dejo de hablar y de hablar mientras que Chloe solo finjia escucharla...
Si, solo fingía pues en su mente realmente estaban presentes las palabras que anunciaban dificultades.