4-ꜰʀᴇɴᴛᴇ ᴀ ʟᴀ ᴛᴏʀʀᴇ ᴇɪꜰꜰᴇʟ

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Era viernes, el día escogido por Luka para al fin invitar a su chica al baile de primavera. No existía en el mundo alguno que le interesara mas que ella, Marinette.

Estaba muy nervioso y durante todo el día en la escuela no dijo mucho, se dedicó solamente a mirar como la chica sonreía cada vez que por casualidad sus ojos se encontraban con los de Adrien. Tan bella, tan alegre, tan resplandeciente como los luceros del obscuro cielo. Tan ajena e inocente, Tan, Tan...

—¡Vamos hermano, ven con nosotros! —gritó Juleka sacándolo de su trance, indicándole al muchacho que los siguiera.
Mientras que al otro de la escuela.

(...)

Cierta rubia, seguía a su mejor amigo de la infancia, en compañía de su mejor amiga actual...

Ambas chicas estaban atentas al momento que en el que Adrien entregara la famosa rosa a esa misteriosa "chica especial". Obviamente tenían muy claro como ejecutarían la operación elimina a tu rival.
«En cuanto la zorra aparezca, Sabrina la taclea antes de que a Adrien siquiera le de tiempo de hablar. Entonces allí es donde yo aparezco y finjo creer que la rosa es para mi. Mi amado Adriboo se sentirá tan culpable que no tendrá mas remedio que invitarme a mi, la perfecta Chloe Bourgeois al baile de primavera ¡hahahaha! Es un plan tan perfecto que hasta un idiota podría ejecutarlo, ósea nada puede salir mal, es perfecto. Un plan maestro» pensó con extrema alegría.

—¡Chloe!, ¿estas bien? —Preguntó Sabrina al mirar a la chica tan concentrada.

La rubia no dejaba de mirar al que según ella había sido el hombre de sus sueños desde siempre. «Cuanto as crecido» dijo para si misma, al ver al chico sonriendo bellamente en compañía del tonto de Nino. «Adrien» Fue entonces que recordó ese momento, tan preciado para ella.

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Habían sido amigos desde siempre...

Para ser exacta desde los 6 años.
Eran mas que mejores amigos, eran casi hermanos. Siempre estaban juntos, a excepción de los veranos, cuando la peste de nombre Félix aparecía. Pero a pesar de sus discusiones estúpidas y sus competencias dramáticas, los tres siempre la pasaban bien.

Ese verano en particular, se habían escabullido para salir al exterior sin permiso de sus padres. Claro que había sido muy difícil convencer a Adrien. Pero al final el rubio había a accedido y tras cualquier pronóstico. Habían escapado del guardaespaldas del antes mencionado.

—Te lo digo torpe, yo puedo correr mas que tu —Apuntó el rubio de manera retadora.

—Suenas como un idiota, por su puesto que no me puedes ganar.¡Perdedor cara de popo!.

—¿Qué! ¿Me dijiste popo? ¡mejor retráctate boba! —Y así fue que comenzó la competencia...

Corrían como un par de idiotas, restándole importancia a la lluvia, los autos, la gente y por su puesto dejando a Adrien atrás, quien solo miraba lo ridículos que se veían sus amigos. Félix miraba a Chloe desde atrás, pues a pesar de sus esfuerzos no lograba alcanzarla (la niña era veloz y demasiado ágil gracias a sus estrictas clases se ballet) estaba tan concentrada que no vio cuando unos chicos mas grandes se atravesaron en su camino haciéndola caer violentamente.
—¿Eres estúpida? —Gritó uno de ellos.

—¡Oye inútil, casi ganaba —la rubia estaba molesta.

—Disculpen, estamos en medio de una... —pero Adrien no pudo terminar la frase al ver como esos abusivos sostenían bruscamente a una pequeña niña de cabello negro a quien le habían quitado lo que parecía una bolsa con pan. —¿Qué le hacen a esa niña? —gritó molesto el también niño.

LUKLOE- EL ACUERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora