22.NUEVA YORK

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Luka Couffaine ya había llegado a Nueva York. Se sentía realmente feliz, pues aunque su hotel no era tan lujoso, tenia una habitación bella y acogedora. Se sentó sobre la cama y paso la mano sobre las suaves sabanas, tomo una almohada y la abrazo contra su cuerpo, luego dio gracias a Adrien pues de no ser por el no tendria ni la mas remota idea de donde comenzar a buscar a Chloe.
—¡Chloe!—
Cerro los ojos y pensó en lo felices que serían una vez que la encontrara.

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"No vuelvas raras las cosas entre nosotros. Que aunque mamá haya creado toda esta estúpida unión nada es real.
¡Tu Eres espeluznante!"
—Yo...daria cualquier cosa, cualquiera cosa por estar a tu lado. Pero parece, que a ti algo te lo impide— El corazón de Felix sintio un fuerte golpe. Bajó de su auto simplemente para abordar a su "novia", irian juntos a una ultima sesión, un sesión romántica de pareja, ya que prácticamente sus caras estaban por toda la ciudad.

—Es demasiado temprano ¿no?

—¿Felix? ¿Que quieres? ¿ahora me sigues?— pregunto extrañada la rubia.

—Yo fui quien pregunto primero, pero en fin. Vine aquí con el afán de llevarte a la sesión y después salir a comer— señalo el chico con lo que a ella le pareció una diabólica sonrisa.

—Jean me llevara y no saldre contigo a ninguna parte

—¿Por que no?

—¿Por que no? Pues. No me da la gana ir contigo a ningun lado.

—Eres tan bruja— el joven se paro frente a la rubia impidiendole totalmente el paso. Con cara de puchero y tomándola del brazo.

—¡Quita tus ridiculas manos! ¡Jean quitame a este bobo acosador de encima!— grito súper molesta.
Sin embargo Felix se negaba a soltarla aun y con la insistencia del mayordomo, provocando que ambos cayeran al suelo de forma ridícula. Chloe no pudo evitar reir ante tal cosa.
Habian quedado cara a cara, unos centímetros mas y casi se se daban un beso, sin embargo la rubia estaba muy relajada,  jamás en sus 17 años habria imaginado una situación parecida con el grocero de Felix.
—Eres muy bella Chloe— la chica al instante se sonrojo y fue alli
Cuando su imagen la invadió...Al mirar a Felix deseo con todas sus fuerzas que quien estuviera en su lugar fuera Luka Couffaine, solo el podia mirarla de esa manera y hacerla estremecer.

—¿Que pasa?— preguntó el rubio al ver sus ojos enrojecer.

—¡Esto es ridiculo!— se levantó con ayuda de Jean y acomodó su cabello.

—¿Que ocurre?— esta lo ignoro por completo, camino hasta la puerta de su auto y cuando estuvo apuntó de entrar Felix la detuvo. —¿Por que no quieres estar conmigo?—el rubio la miro irritado.

—Nos vamos a ver en un rato, deja de estar detras de mi, yo no soy tu juguete y tampoco soy uno de tus sirvientes a los cuales manejas a tu antojo. ¡Dejame en paz ya!— el joven la miro interrogante directamente a los ojos y endureció el gesto.

—¿Eres tonta? ¿Quien te dijo que pienso esas cosas?

—Felix, si te enojas es problema tuyo. Ahorrate los dramas—  y siguió su camino subiendo al auto. ¿Que diablos pasaba con Felix?
Se tocó la frente y recordó aquel momento en que sus ojos miraron a Luka  por última vez. "Debi abrazarte mas fuerte" pronunció entre lágrimas...

"No lo pensare demaciado si alguien te daña o te hace llorar, tengo que cuidar de ti. No quiero seas una persona triste, quiero verte feliz confía"
Una sonrisa apareció en su rostro y eso tranquilizó a su corazón, pasara lo que pasara no dejaria que la furia de madre lo alcanzara.

LUKLOE- EL ACUERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora