11-ɪᴍᴘʀᴜᴅᴇɴᴄɪᴀꜱ

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Con pesadez abrió los ojos, el cuello le dolia demasiado y la luz del sol le estaba molestado bastante. Apenas se pudo mover pues un peso extra se alojaba en su brazo derecho. -¿ya hay luz? -Escuchó una pregunta entre suaves suspiros femeninos, que de inmediato lo alarmaron, y todo empeoró al ver la cabellera rubia toda despeinada...


-¡¿Chloe?! -Gritó exaltado, pero rápidamente una mano lo silenció.

-Por favor Couffaine. No grites -la cabeza y el cuello le dolia tanto como a el.
Así que apenas y asimiló aquella situación.
Lentamente abrió los ojos, siendo la borrosa imagen de la Torre Eiffel lo primero que apareció en su campo de visión. «Es hermosa» pensó despreocupada, tenía años viviendo en el mismo lugar, y jamás había apreciado la vista que cada mañana este le ofrecía. La maravillosa Torre Eiffel iluminada por los primeros rayos de luz del sol que penetraban el lugar. Su cuerpo estaba unido al de el chico, su cabeza sobre el masculino pecho, arrullandose con su tranquila respiración, logrando escuchar los fuertes latidos de su corazón resonando en su cabeza. «No puedes seguir llorando. Tu eres Chloe Bourgeois. Ten mas valor»
se exigió la rubia con determinación.

Bueno eso hasta que cayó en cuenta de su posición en ese momento, mirando su mano derecha en la boca de Luka y entonces gritó.

-¡¡¡ahhhhh!!!! -de golpe se levantó,
sobre saltando al joven quien cayó del sillón, pegándose realmente fuerte en la cara.

-¡Auch! Chloe, Eso me dolio -decía molesto mientras se sobaba la cara.

La rubia lo miró de pies a cabeza, sin saber que decir, seguro aquella amabilidad demostrada horas antes había sido sólo un mal sueño.

-Eres un atrevido -apenas y pudo hablar. -¡Eres un atrevido, grandisimo tonto! ¿por que te quedaste toda la noche? -preguntó exaltada. -¿Que planeabas? ¡Pervertido!

-No Chloe, es que yo...

-¿Es que tu, que?

-Yo. Te prometí que me quedaría a tu lado -contestó mirándola seriamente...

Chloe sintió como una sensación cálida invadía su ser. Apenas y podía prestar atención a Jean Pascal, quien parecía estar comenzando sus actividades en la casa. La rubia caminó lentamente hasta Luka, inclinadose lentamente hasta quedar a su altura en el suelo.

-¿Tu hiciste eso, solo por mi?

-Si -Contestó seguro. -Tu cuidaste de mi cuando te necesité, no iba a dejarte sola en este momento en el que me necesitabas tu.

-Couffaine -el rostro de Chloe se iluminó divinamente tras quedar totalmente conmovida. Su nariz se puso un poco roja y sus ojos brillaron con las gotas de lluvia expuestas al sol.

El cerebro de Luka prácticamente se detuvo. Casi podía afirmar que el rostro de Chloe era el de un ángel, que lo veía con una expresiva y profunda mirada.
Parecía que quería agradecerle pero no podía hacerlo...

-Debo irme Chloe -Apresurado quiso avanzar pero esta no se lo permitió.

-Espera, quedate. Toma una ducha, le pediré a Jean que consiga ropa para ti en lo que desayunas.

-Es tarde, mi mamá me matará
-retrocedió como con miedo -Mejor me voy. Después nos vemos -Nervioso quiso volver a escapar pero ella otras vez lo detuvo, esta vez de forma mas fuerte haciéndolo caer. -¡CHLOE! - Gritó fuerte al encontrarse tendido en el suelo.

-¡te ordeno que te quedes! -exigió bastante irritada, al ser despreciada por el muchacho.

-No quiero hacerlo -quiso levantarse pero ella se subió enzima suyo, para evitar que se fuera.

LUKLOE- EL ACUERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora