10-ʟᴏ Qᴜᴇ ᴍᴀꜱ ᴍᴇ ɢᴜꜱᴛᴀ ᴅᴇ ᴛɪ

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Llegaron las 5 de la tarde, como antes habían dicho saldrían mas seguido e intentarian aprender mas cosas uno del otro. Cosas básicas que en una pareja es de vital importancia saber. Todo con el fin de no lucir tontos frente a nadie mas...

Asi que allí estaba ella, la gran Chloe sentada esperando en la recepción de su lujoso hotel. «Ese tonto, siempre llega tarde» pensó algo irritada, cuando de pronto aparecio: su cabello algo alborotado y con la misma boba sonrisa de siempre, sin dejar de mencionar a la fiel compañera que cargaba en la espalda. "Su guitarra"

—¿ya viste la hora Couffaine? Son las 5:15 Ademas tonto resultaste impuntual —con extremo fastidio Chloe lo encaró.

—¡Que ridículo! ¿y tu desde cuando eres elegante Couffaine? —caminaron hasta la calle atravesando un bello pasillo y entonces ella notó algo extraño. -Espera, ¿Dónde esta el auto? —pregunto al salir y no ver ninguna clase de vehículo.

Luka se paró frente a ella y con gran amabilidad le ofreció su brazo. —No tengo auto, así que creo que caminaremos como las personas normales.

—¿Caminar? No, tu ya perdiste la razón, yo no camino. Soy Chloe Bourgeois.

—Lo sabia, tienes miedo.

—¿Que?, Claro que no.

—Claro que si.

—¡Cállate idiota!. Miedo, es una palabra que no existe en él vocabulario de los Bourgeois —decidida como siempre, tomó el brazo de Luka y comenzó caminar básicamente arrastrándolo. Sin siquiera notar que desde su auto, su padre los miraba.

—Jean ¿a dónde va Chloe? —Preguntó de manera seria al mayordomo que igual observaba...

—Me parece que la señorita, esta en una cita con su novio —Andre no podía creerlo, ¿su pequeña y exigente princesa caminando a una cita? Eso era mas extraño que encontrar agua a mitad del desierto en una sequía y en verano. Aún que de cierta forma eso le alegraba mucho y lo dejaba tranquilo al viajar...

(...)

Eran casi las 6 de la tarde, habían pasado un largo y agradable rato. Todo gracias a una simple y maravillosa caminata por la ciudad. En la que platicaron de todo y descubriendo que la personalidad del otro no era tan mala.

—Bien y por eso me fascinan los parques de diversiones, si no hubiera sido por ese día jamás habría descubierto que la musica de un violín es igual de mágica que la de una guitarra —el chico le explicaba una anécdota vivida en su infancia. —Ok, creo que me toca preguntar, a ver... Ya se. ¿cual es tu color favorito? —dijo el sonriendo

—¿No, es obvio? Amarillo, osea es un color que no a cualquier persona le queda tan bien como a mi. Soy uno de esos casos maravillosos —Comento Chloe con gran orgullo...

—Pero cuanta modestia, tiene usted señorita Bourgeois, me asusta su humildad.

—No es para tanto, hay cosas espectáculares en mi. Muchas cualidades que no suelo mostrarle a cualquiera
—sonrió de nuevo, mientras miraba a su compañero de reojo, esperando una de sus típicas respuestas de molestia. Sin embargo para su sorpresa no fue así...

—Creo que esta vez si tienes razón. Tienes muchas cualidades y aunque lo ocultes entre ella esta la amabilidad.

Chloe trató de respirar, pero por alguna razón en ese momento le era algo imposible. Podía sentir como su corazón subía por su garganta. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien la consideraba amable. —No seas barbero, no tienes que decirme cosas tan ridículas. No finjas cuando no hay publico —pronuncio ella casi en un susurro, para después soltarse de su brazo. Dando la impresión de que le incomodaba. —Asi que mejor llévame a comer algo delicioso antes de que me enoje. Y que no sea una porquería como la pizza.

LUKLOE- EL ACUERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora