COLE
—Ya estoy aquí, Cole —me saludó Tyler en cuanto entró en la habitación.
Se acercó hasta la camilla de su hermana y le dio un beso en la cabeza antes de ir hacia donde estaba yo y dejar la mochila en el suelo. Después, se sentó de un salto sobre el alféizar interno de la ventana. Estiró las piernas y soltó un profundo suspiro mientras miraba a su hermana.
—¿Alguna buena noticia? —preguntó con una débil sonrisa.
Yo negué con la cabeza. La mirada del chico se entristeció.
—¿Ha pasado ya el médico? —inquirió.
—Hace un par de horas —le conté—. Todo sigue igual.
Me ahorré parte de la información. No fui capaz de decirle a Tyler que su hermana se estaba muriendo, no supe cómo contarle que, si dentro de poco no despertaba, su padre ya tenía permitido desconectarla. Yo cada vez estaba más hecho polvo. Trataba de aferrarme a lo que me decía mi hermano Drake, que Abby estaba allí, que solo tenía que recordarlo y mirarla cada vez que pensara lo contrario. Pero me resultaba tan difícil...
—Te he traído algo —me dijo Tyler sacándome de mis propios pensamientos.
Me esforcé por prestarle atención. Últimamente habíamos pasado mucho tiempo los dos juntos. Nunca dejábamos sola a Abby, las veces que iba a casa, o Rick o Tyler se quedaban con ella. Y, aunque yo prácticamente vivía en aquella habitación de hospital, su hermano tampoco se quedaba corto. Venía todas las tardes durante unas cuantas horas, después del instituto. Se sentaba conmigo y me escuchaba ensayar mientras hacía los deberes del instituto. Hablábamos sobre videojuegos, sobre su hermana, sobre el tiempo, sobre lo que fuera. Pero siempre hablábamos, porque el silencio al lado de una persona en coma era insoportable.
—¿Qué es? —pregunté cogiendo la vieja libreta que me extendía.
—El diario de mi hermana —contestó mirando de reojo a Abby—. Si se enterase de que te lo estoy dando, me mataría.
—No creo que deba leerlo, Ty. Gracias pero es... demasiado personal —dije tratando de devolvérselo.
Pero él negó con la cabeza y volvió a extenderme el diario.
—Claro que debes leerlo, después de todo escribía sobre ti —insitió—. O al menos eso me contó mi hermana. No he leído nada. Además, Cole, es la única forma que tienes de conocerla mejor. Llevas más de un mes aquí metido con ella. Créeme, no se enfadará mucho cuando sepa que lo has leído, y menos todavía si eres lo primero que vea cuando se despierte.
Lo último que dijo me provocó un fuerte pinchazo en el pecho porque mi cerebro cambió automáticamente su frase a «si despierta». Asentí en silencio, mantuve entre mis manos el diario de Abby y lo dejé sobre mis piernas. Tenía la sensación de que aquellas páginas ardían contra mi piel, prefería no tocarlo. Y tampoco estaba seguro de querer leerlo, no después de lo que Drake me había contado. «Llevaba años enamorada de ti». Tomé aire y me aclaré la garganta.
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Girls hate singers ✔️ [Singers #2]
RomanceCole Miller no quiere volver a enamorarse, y menos después de llevar más de cinco años obsesionado con la novia de uno de sus mejores amigos. Abby Johnson está harta de los rumores que la acompañan allá donde vaya. Quiere huir de su propia vida, pe...