25. Eres gilipollas, hermanito

1.2K 116 190
                                    

COLE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

COLE

—Mi carrera como guitarrista ha acabado —le conté a Abby una tarde. Me miré las manos, todavía no me habían cicatrizado las heridas de los dedos—. Tengo distonía focal. No sé si sabrás lo que es, pero para un guitarrista es una putada. Mis manos no responden cuando las necesito y me han dejado tirado. No soy capaz de poner ni las notas más sencillas. Estoy bien jodido, Abby Johnson.

No sabía qué pensar y mucho menos qué sentir. Me estaba derrumbando al ver cómo lo perdía absolutamente todo.

—¿Sabes? Hace un par de días destrocé la guitarra con la que empecé en Seven Days. Y no pasó mucho tiempo más hasta que salió la noticia oficial. He dejado el grupo, Abby. Claro, tú estás aquí echándote una siesta y no te enteras de nada —intenté bromear, pero se me formó un nudo en la garganta que apenas me dejaba respirar—. Joder, Abby, tienes que despertarte ya. Me estoy quedando sin nada. Wes se ha ido a Europa, Owen y Faith siguen en Canadá, Hazel se ha largado a Dios sabe a dónde... Solo me quedáis tú y Drake. Aunque mi hermano tampoco estará mucho más tiempo por aquí.

Tomé aire, me crucé de brazos y me dejé caer contra el respaldo de la silla. Aquel día no me había llevado la guitarra al hospital y me sentía desnudo. ¿Qué iba a hacer el resto del día si ni siquiera podía trabajar? Me llevé las manos a la cara y apreté con fuerza. Me estaba poniendo frenético. Estaba histérico. Miré a Abby. «Está aquí», me dije. Solo tenía que mirarla. Abby seguía allí. Estaba conmigo.

—Hay algo que no sabes sobre mí —empecé a contarle—. De hecho, muy poca gente sabe lo que voy a contarte.

Cogí aire antes de seguir hablando.

—No era yo quien debutaba para Seven Days, el lugar que estoy ocupando en la banda nunca me ha pertenecido en realidad.

Dejé de hablar durante unos segundos. Nunca había hablado de eso con nadie.

—Entré por caridad de mi hermano Drake, quien tuvo que morirse por dentro cuando vio que escogían a su hermano pequeño en vez de él. Porque sí, Drake toca la guitarra. Y mil veces mejor que yo. Además canta de puta madre. Espero que algún día puedas oírlo —le dije con una sonrisa triste—. La cosa es que yo entré en el grupo gracias a un concurso en el que Julian era uno de los miembros del jurado. Pero el día de la actuación, no era a mí quien esperaban, sino a Drake. En la etiqueta figuraba su número. Yo no me había presentado. Pero en el último momento, el gilipollas de mi hermano se la quitó del cuello, me la puso a mí y me dijo «déjalos sin palabras, hermanito». Puto Drake. Nunca podré agradecerle lo suficiente lo que hizo aquel día.

Cerré los ojos y agaché la cabeza. Rocé la mano de Abby y empecé a acariciar sus dedos.

—No me lo merecía, Abby. Drake tiene el doble de talento que yo, y a día de hoy sigue pudiendo tocar la guitarra. Yo ahora soy un maldito inútil. —Resoplé cabreado—. Pero puedo arreglarlo, lo he hecho ya, mejor dicho. Llamé a Julian, nuestro mánager, por si no sabes quién es. Bueno, la cosa es que le dije que no volvería a Seven Days pero que no iba a dejarles tirados. Le di el número de teléfono de mi hermano y le dije la verdad, que al que esperaban en aquella actuación era a él, no a mí. Le conté cómo me cedió su número, y le pedí por favor que le diera a mi hermano la oportunidad que yo le arrebaté en su día.

Girls hate singers ✔️ [Singers #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora