—Te ves nerviosa.
—Estoy nerviosa.
—Pues... no estés nerviosa.
—¡Hannah!
—Lo siento... venga, todo va a ir bien, lo sé —le dio unas palmaditas en los hombros.
—Eso espero... —Layla tomó aire y lo soltó despacio.
—Ahí viene —indicó su amiga al ver al muchacho que era levemente empujado por sus amigos hasta donde estaban el par de chicas.
—¿Me veo bien? —preguntó alarmada.
—Te ves increíble —aseguró ella en voz baja, mientras observaban a Cedric acercarse.
—Hola Layla —saludó el castaño, sonriente—. Hannah, ¿qué tal...?
Hannah le sonrió. —Ya me iba —le guiñó un ojo a su amiga, se dio la vuelta y se mezcló entre el resto de los alumnos que iban saliendo par Hogsmeade.
—Hola —saludó Layla, nerviosa.
—¿Cómo estás?
—Bien...
—¿N-nos vamos?
Ella asintió.
Ambos comenzaron a andar por el camino que los llevaba al pueblito. Comenzaron hablando de cosas triviales, los nervios desaparecían poco a poco, por alguna razón, Layla se sentía muy cómoda cuando estaba con él.
—Y luego me castigó, solo porque me rehusé a probar el veneno para usaran el antídoto en mí... no soy tonta. ¡Snape quería matarme, seguro! Y dejar mi muerte como un trágico accidente.
Cedric soltó una carcajada. —Dudo que haya sido su intención, Layla —comentó, riendo.
Estaban ambos sentados en las Tres Escobas, habían pedido algo de comer y un par de cervezas de mantequilla.
—Yo no, es claro, no pudo hacer que Harry lo probase y de inmediato se giró a verme a mí.
—Seguro que quería acabar contigo para que nadie vuelva a insultarlo, Layla. —siguió su juego.
—Totalmente, yo también lo pienso. —coincidió y ambos rieron.
Cedric a veces la miraba a ratos, sin dejar se sonreír.
—Me caes bien, Layla.
—¿Por qué dices mi nombre cada que me hablas? —observó la chica, dando un trago a su cerveza.
Cedric la miró, percatándose de ello. —No... no me había dado cuenta —admitió, avergonzado—. Me gusta... es decir, tu nombre, es lindo... Layla... Romine Black.
—Gracias, a mí no me parece tan extraordinario.... digo, he vivido con el mismo nombre siempre —se encogió de hombros.
Cedric rió de nuevo. —Es divertido estar contigo, Layla —sus ojos brillaron al verla.
—No soy un bufón, pero gracias.
Cedric se puso rojo. —N-no era mi intención decir...
—Lo sé, Cedric, solo jugaba —lo interrumpió Layla, riendo.
—Ah, bueno, menos mal...
—Oye... tus amigos están mirándonos —Layla se removió incómoda la ver al grupo de sexto de Hufflepuff a unas mesas, quienes hicieron su mejor intento de "disimular" fingiendo tener una charla muy interesante cuando se dieron cuenta de que la pelinegra los miraba.
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Your Champion, Babe| Cedric Diggory
FanfictionLayla nunca brilló. Luego de todo lo que sucedió. Layla quedó huérfana a los dos años. Layla perdió a su abuela cuando tenía seis. Layla soportó humillaciones y malos tratos por parte de la familia Black/Malfoy. Y nunca pudo brillar. Hasta que llegó...