18. El Ejército de Dumbledore.

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—No sabes cuanto estuve extrañándote esta semana. —le confesó Cedric cuando ambos caminaban hacia el lago negro tomados de la mano. —Lamento que hayamos tenido que estar separados.

—Está bien, Ced, esto lo compensa todo. —le sonrió.

—Terminaste ayer los castigos con Umbridge ¿verdad?

—Eh... sí.

—Nunca me dijiste ¿qué te hizo?

—Me puso a escribir.

—¿A escribir, solo eso? —preguntó extrañado.

—Síp.

—¿Y que te puso?

—«No debo decir mentiras»... ¡Mira! ¿Te gusta aquél lugar? —se apresuró a desviar el tema.

—Sí. Vamos.

Cedric extendió el mantel en el lugar que escogieron y dejó la cesta con comida que ambos habían tomado de las cocinas.

—Nunca había tenido un picnic. —admitió con los ojos llenos de emoción mientras Cedric sacudía la varita para que todo se acomodara.

—Te va a encantar, Li. —le sonrió y se acercó para dejarle un ruidoso beso en la mejilla.

—¿Li? —preguntó, sonriente.

—Sí, es un apodo. ¿Te gusta?

Layla asintió. —Así me decía mi abuela, a veces también Lili... —comentó vagamente.

Luego ambos se acomodaron el uno junto al otro, mirando de frente el lago donde justo el calamar gigante sacaba uno de sus tentáculos.

—¿Viste lo contento que estaba Dobby de verte? —rió recordando como el elfo se había puesto a dar saltitos cuando los vio llegar. —Jamás pensé que un elfo pudiera querer tanto a un humano.

—Oh, es porque no lo has visto con Harry. Entre ambos creo que lo prefiere a él. —rió mientras se estiraba por un sándwich.

—Claro... Oye, Layla. —le pareció que vaciló durante un segundo.

—¿Sí?

—Ethan y los chicos preguntaron cuando te conocerían.

—¿Tus amigos? —preguntó extrañada. —Pero si ellos ya me conocen, los saludé hace un rato cuando fui buscarte.

—Sí, pero no te he presentado con ellos formalmente.

—¿Quién quiere formalidades?... Mira esa nube parece un champiñón. —señaló el cielo.

—Hablo en serio, Layla. —trató de no reír, para parecer serio.

—También yo, tiene forma de champiñón.

Cedric rió. —Sobre lo de mis amigos.

—Yo nunca te presenté con Hannah formalmente.

—Yo ya conocía a Hannah cuando comenzamos a salir... Y los chicos de verdad quieren...

—Tampoco a Harry.

—A Harry lo conocí en los mundiales. Déjame terminar Layla; Quiero presentártelos porque... —se calló un segundo y luego la miró con los ojos entrecerrados. —¡Te atrapé! —dijo con una sonrisa acusatoria.

—¿De qué hablas?

—Layla Black, tienes miedo. —se burló.

—¿Miedo?¡Pff! ¿Miedo yo? —soltó una risita.

Your Champion, Babe| Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora