30. Déjà Vu

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déjà vu (en francés 'ya visto') describe la experiencia de sentir que uno ya ha visto o experimentado anteriormente una situación que es totalmente nueva.



El martes, como el día estaba más soleado que los anteriores, Layla y Hannah decidieron ir a avanzar los deberes a los jardines bajo la sombra de un árbol. Cosa que casi nunca hacían, su lugar favorito era la esquina alejada de todo en la biblioteca, donde podían hablar a voz casi normal y casi siempre se enteraban de conversaciones que no les correspondían.

Pero esta vez Hannah insistió, diciendo que tenía que tomar un poco de aire luego de haber llorado por horas anoche cuando rompió con Justin. Además, a Layla le pareció buena idea, para contarle lo que le había pasado el sábado y no había tenido oportunidad de contarle.

—«Vas a caer, Black» y se fue. —terminó de contar.

—O sea, que él mandó a Zabini para estudiar la situación de lejos, ¡y que ni tú, ni Malfoy sospechasen! —dedujo Hannah lo obvio.

—Sí, Hannah. —confirmó Layla con paciencia.

Quizá la Hufflepuff era la persona a la que más paciencia le tenía, y era solo porque la pelinegra la quería muchísimo. Layla nunca olvidaría la mano que le tendió Hannah cuando todos le dieron la espalda.

—¡Qué astuto! —reconoció la rubia. —Eso ha sido muy inteligente, en serio. Debes interesarle mucho.

Y al escucharlo, por primera vez Layla se detuvo a razonarlo. Hannah tenía razón.

Theo se había ingeniado un plan, para saber de que forma proceder, observando desde lejos, astuto, frío, calculador y sin arriesgar su propio pellejo. 

No podía esperar menos de una serpiente.

No pudo evitar notar que, aunque el parecido con Cedric era mucho, tenían muchas diferencias, y con justa razón el sombrero les seleccionó para sus respectivas casas.

Cedric no era bueno haciendo planes, pero siempre tenía varias alternativas, como cuando planeó pedirle que fuese su novia y se quedó sin habla, llevaba un pergamino con la pregunta. Eran planes sencillos, pero en su mayoría eficaces. Él era más sencillo, práctico, más... espontaneo.

—¿Has hablado con él hoy? —inquirió Hannah.

Layla negó. —No tuve ninguna clase con Slytherin, y me senté de espaldas de su mesa en el desayuno y el almuerzo.

—¿Estuviste evitándolo todo el día? —quiso saber Hannah.

—Sí, básicamente.

Se quedaron en silencio durante varios segundos, observando el lago.

Your Champion, Babe| Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora