36. Especial en muchas formas.

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—¿Qué pasa? —le preguntó a Sophie, quien se miraba poco convencida al espejo, a pesar de que se veía preciosa.

—Es que... es que hay alguien que...

Layla se enderezó para escuchar mejor. —¿Alguien que qué?

Sophie pareció vacilar un momento antes de responder. —No... nada, olvídalo, son cosas mías. —soltó una risita con la que fingió alivio—. Creo que voy a bajar, no quiero hacer esperar a Blaise...

—Soph.

—¿Sí?

—Ten cuidado con Zabini —le dijo recordando las palabras de Malfoy—. No... no me parece que sus intenciones sean buenas.

—¿Qué quieres decir? —preguntó. Layla casi pudo ver la inocencia rebosándole en los ojos.

—Bueno... —se incorporó sobre la cama—, que Zabini no es una persona de fiar ¿sabes? Es decir, antes de esto, ni siquiera se hablaban ¿o sí?

—No. Y no te preocupes. Hermione ya me advirtió lo mismo —agitó la mano con desdén—. Estoy segura de que desconfían de él porque es de Slytherin...

—No, Soph, no es por eso, en serio —insistió Layla.

—Bueno, de todas formas, no te preocupes, no tengo intención de salir con él ni nada parecido. Diría que solo vamos como amigos a la fiesta ¿entiendes?

—Sí... bueno, buena suerte, que te diviertas.

—¡Gracias! ¡Hasta luego! —y salió dando brinquitos de la habitación.

Una lechuza se paró en la ventana y se puso a dar picotazos. Layla saltó de la cama emocionada al ver que era Harvey, quien le había tomado tanto cariño a Cedric que ahora se pasaba un día en la lechucería y otro en el dormitorio de Cedric en Las Tres Escobas, así podía cartearse con él seguido.

Layla le abrió la ventana y tomó la carta que traía en el pico. —Toma —le dejó un puñado de frutos secos en el alféizar y se tumbó en la cama.

"¿Ya empacaste? Pasaré por ti mañana a primera hora, mis padres están ansiosos por verte. Te amo.

Cedric."

Ella sonrió y se aplanó la nota contra el pecho, se sentía tan emocionada como si de su primera cita se tratase, y es que lo había extrañado muchísimo, aunque el hecho de que ya no estuviera en el colegio todavía era extraño, ahora que sí deseaba verlo.

Se puso a guardar todo en el baúl, luego el pijama y se acostó a dormir.

Al día siguiente se levantó muy temprano, se dio un baño rápido y para las nueve y media de la mañana, después de haber tomado el desayuno, salía del colegio al igual que la mayoría de los alumnos con su equipaje cargado. Vio a un grupito de niñas de cuarto y quinto que cuchicheaban cerca de la verja y no le sorprendió que detrás de esta se hallara Cedric, de pie, con las manos dentro de los bolsillos de la túnica y mirándola sonriente.

Arrastró su baúl hasta donde estaba él parado, escuchó los grititos de asombro de las chicas al verla aproximarse, evidentemente, si la anterior salida a Hogsmeade no hubiese habido tan mal tiempo y los hubieran visto regresar juntos hasta los jardines del colegio, ya se sabría en todo este que habían vuelto.

—Hola —lo saludó sonriente.

—Hola —la tomó por la cintura y la besó.

Una sonrisita con una mezcla de nervios y satisfacción se escapó por los labios de Layla al escuchar la impresión que había causado en el mismo grupito de niñas.

Your Champion, Babe| Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora