capítulo 19

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Maximiliano nunca imaginó lo interesante y fascinante que era hablar con Donnatella, era una mujer muy inteligente, sencilla, franca, divertida.
No era para nada la niñita mimada que creía, era decidida, transparente e independiente, él definitivamente estaba equivocado con ella, y estaba realmente arrepentido por lo que le hizo el día de la boda, pero por más que trato de disculparse con Donna, él sintió la indiferencia de ella hacía él, Maximiliano pensaba, será que no le gusto? De verdad no le atraigo? Porque yo soy un imán para las mujeres, ninguna se resiste ante mi presencia, y pensar que la única mujer que lo atrae realmente y que es su esposa, lo trata con frialdad, y no parece interesarse en él, Maximiliano se sentía muy melancólico e irritado, cómo la conquisto? pensó.

La noche transcurrió de una manera amigable y un poco distante, Donna estaba decidida a devolverle a Maximiliano la humillación y las ofensas que recibió de él, aunque era difícil no ver ésa faceta divertida y descomplicada que él le mostraba, era sencillo, jocoso, e interesante, sólo que ella no podía caer con él, o al menos no tan rápido y fácil.
Debía continuar así y demostrarle que NO también era una palabra y que ella sabía utilizar muy bien.

Pasada la semana sin intentos de controlar a Donnatella, Maximiliano quizo sorprenderla con un almuerzo sencillo y delicioso, llamó a pedirlo al restaurante favorito de Donna, ya que pregunto a sus suegra todos los gustos de su esposa, estaba decidido a enamorarla, cuando llegó el almuerzo, salió rápidamente a la oficina de su esposa, pero nadie respondió, decidió entrar y estaba su secretaria organizando documentos, ésta lo vio y se asustó, Maximiliano le preguntó por Donnatella, ella nerviosa ante su presencia, ya que era otra más de las que lo encontraban sumamente atractivo y sexi, Maximiliano notando lo que él provocaba en ella le pareció ridícula y le habló en voz alta para que ella reaccionara y le respondiera, la joven avergonzada le dijo que ella salió como siempre con los amigos de trabajo al restaurante ubicado en la esquina de la empresa, hablándole con malicia dándole a entender que ella era una coqueta con todos.
Maximiliano  salió enfurecido en busca de su esposa, poseído por los celos, tiro la comida y entró con la vista nublada de coraje imaginando a su esposa con otro, él estaba comportándose como jamás pensó hacerlo, y menos por una mujer, cuando logró ver dónde estaba Donna, se calmó cuando vio que estaba almorzando era con su madre que había pasado a invitarla a almorzar, él sintió una alegría y una tranquilidad que no sabía cómo expresarla, respiró y fue dónde ellas a saludarlas..

-- querida suegra, que gusto saludarte, no sabía que estabas por acá, de manera cariñosa se refirió a la madre de donna,

-- hermosa porqué no me avisaste que tu madre venia y hubiéramos ido juntos a almorzar a un restaurante que han inaugurado en la ciudad, y me contaron que la comida es excelente y con productos orgánicos,

Donnatella quedó sin palabras ante la acción de Maximiliano, y no quería hacer ningún espectáculo y le siguió la corriente a su esposo.

Cariño discúlpame fue algo no planeado, Maximiliano se le iluminó la cara cuando Donna le respondió de manera cariñosa, se sentó junto a ella y le dio un tierno beso en la mejilla haciendo que ella se ruborizara y se avergonzara, al parecer si te gusto, penso Maximiliano.

El almuerzo fue ameno y Maximiliano no necesita fingir nada delante de Donna, con ella era fácil ser él mismo, la madre de Donna se despidió feliz de saber que su yerno y su amada hija se estaban tomando en serio el matrimonio y salió emocionada por contarles a su esposo y amigos las buenas noticias, porque había que hacer que sus hijos se dieran cuenta que están destinados para amarse y formar una hermosa familia.

Y ahora era el momento de darles un empujoncito para que se conocieran.
Así que los cuatro amigos y padres de los jóvenes, decidieron darles una sorpresa, una semana de luna de miel en Hawái, ya que ellos no la tuvieron y ya era hora que fueran una pareja realmente.

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Cuando salieron Maximiliano y Donnatella de regreso a la empresa, Donna se sintió algo emocionada por la actitud de Maximiliano, e inconscientemente iban tomados de la mano, hablando cosas triviales, y riendo como si fueran novios.

Entraron riendo a la empresa y no se habían percatado de que aún estaban tomados de la mano y todos los miraron de manera extrañada, al darse cuenta de lo que pasaba Donna trató de zafarse del agarre de Maximiliano pero éste sólo la tomó mas fuerte y la miro furioso, diciéndole, -- soy tu esposo, no te atrevas a soltarme y lo que piensen los demás me vale poco, eres MI esposa así que vamos, Donna asombrada, sólo asintió y se sintió tan bien con la reacción de su esposo, que hizo caso omiso a las miradas de los demás y siguió hasta el ascensor con las manos aún entrelazadas.
Dentro de éste, Maximiliano se aproximó de manera rápida a Donna y la aprisiono contra la pered metálica del ascensor y le dijo muy cerca de la boca de Donna,
--- de ahora en adelante, no te atrevas a esconder que somos esposos y tu alianza la quiero ver en tu dedo, y recuerdalo muy bien, ERES MI ESPOSA Y NADIE PUEDE INVITARTE A COMER, NI TE PUEDE TOCAR, Y NO ME RETES NUEVAMENTE!!!!

Realmente quiero que me des una oportunidad, y te voy a demostrar que todos podemos equivocarnos y yo lo estuve contigo, dame la oportunidad de que me conozcas y veas que hablo enserio, me gustas mucho Donnatella,
Aceptarías empezar por ser mi novia???


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Mi Esposa, Mi Obsesión... (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora