capítulo 20

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Donnatella sintió una gran atracción por la proximidad de Maximiliano hacía ella, el la miró fijamente esperando una respuesta, y no pudo aguantar más y la besó, tierna y delicadamente, donna asombrada no podía reaccionar, soltó un gemido involuntario y abrió paso a la lengua de máximo, entrelazadas y succionadas, una y otra vez, se besaron apasionadamente deteniendo el ascensor Maximiliano apretó suavemente la cintura de Donna y la atrajo hacía él, rozandole su prominente erección, ella humeda y agitada se separó suavemente de Maximiliano respirando fuertemente por la excitación que éste le provocó, miró ruborizada a máximo y le dedicó una sonrisa, él sintió que ardía en deseo por su esposa cómo nunca lo ha sentido por otra mujer, ella le provocaba con una sola sonrisa la lujuria y pasión desmedida.
Sabía que Donna no era cualquier mujer, era su mujer y ella sería la madre de sus hijos, la dueña de su corazón y su vida entera.

Salieron tomados de la mano al ojo de todos los presentes en la oficina de donna, su secretaria la miró con odio viendo cómo le sonreía Maximiliano y ésta le correspondía, soltó un comentario grosero e irrespetuoso hacia Donnatella a voz baja aunque claramente Maximiliano escuchó, se detuvo fríamente y se acercó a ella para responderle...
--- se atreve a decir tales vulgaridades a MI ESPOSA??? La única zorra y trepadora aquí es usted, así que recoja sus porquerías y se larga de mí empresa está despedida, ohh nooo,  nuestra empresa, dice mirando a donna, y sonriendole amorosamente.
Al asombro de todos, por la declaración de su jefe, todos salieron rápidamente a seguir con sus labores, Maximiliano besó la mano de Donna y le dijo que la esperaría para salir juntos a cenar y su casa, donna totalmente y completamente hechizada por su esposo, asintió con una sonrisa y se dirigió a seguir trabajando.

Con una expresión de felicidad y de  enamorado Maximiliano entró a su oficina y se asombró cuando estaban sus padres y suegros esperándolo.

----padres, suegros que grata sorpresa, siéntesen por favor, a que debo su visita, decía cariñosamente a todos.

--- hijo ya llamamos a Donnatella y está por entrar necesitamos informarles algo, decía la madre de éste.

Tocan la puerta...

--- hola, disculpa Maximiliano entrar así, dijo donna.

--- cariño no es molestia tu jamás me molestarías, sigue por favor, decia Max tomandole la mano entrelazada a la suya.

--- hijos, tenemos una sorpresa para ustedes... dijeron al unísono los padres de ambos.

--- se van una semana a su luna de miel y es a Hawái, y no hay marcha atrás.
Todo está listo, el jet, y el hotel.
Es nuestro regalo de bodas, que éste sea el fin de sus diferencias y el inicio de una vida matrimonial feliz y plena.

Maximiliano y Donnatella estaban en shock, se miraron mutuamente y apretando sus manos agradecieron a sus padres y aceptaron el regalo, que se dará efectivo al día siguiente,
-- todo está organizado para ustedes acá en la empresa, dijeron los padres de ambos, no se preocupen nosotros los cubriremos para que nos den muchos nietos dijeron riendo pícaramente.

Salieron a cenar los esposos, riendo y coqueteando uno con el otro, y entre abrazos y besos terminaron la noche para dirigirse a su casa y organizar maletas para el viaje a la mañana siguiente, cómo locos novios primerizos, se despidieron con un beso cargado de pasión para dirigirse cada uno a su habitación, aunque Maximiliano quería dormir con su esposa sabía que no era apropiado ya que aún se estaban conociendo.

Mi Esposa, Mi Obsesión... (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora