capítulo 23

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Max...

Puta madre, joder es la cosa más fascinante del mundo, mi esposa, mi mujer, es sólo mía, es una maldita jugada del destino, mi perdición es donna...

soy el primero y el único, amo a ésta mujer y voy a encargarme de que cada día de nuestro matrimonio me desee y me necesite como yo a ella, que me ame como la amo yo...

.... donna amor, te hice daño le habló en tono suave y dulce a su esposa, lo siento, pensé que tenias experiencia, gracias por entregarme tu primera vez, te haré la mujer más felíz del mundo, ahora déjame amarte, suave y delicadamente.

y así se entregaron mutuamente toda la noche, solo hubo gemidos y lujuria en ésa habitación, max adoro a su esposa y beso cada parte de su cuerpo con tanta pasión y erotismo que la primera vez no fue sólo para donna, lo fue para max también.

A la mañana siguiente, fue un despertar para max, un nuevo inicio de su vida de casado y de monogamia, era el fin de su solteria y libertinaje, era la primera mujer virgen con la se había acostado y ésa era su amada donnatella, se enamoro de ella a primera vista, supo que era sentir celos, descubrío que era adorar a alguien más allá del fisico, amó su sonrisa, su alegría, su entrega, su sencillez, su autosuficiencia, y la manera de tratar a las personas de manera justa e igualitaria, donna era más que un cuerpo perfecto y tonificado, más que un rostro hermoso y angelical con una sensualidad devastadora.

Se había enamorado de su esposa, la niñita que creía arrogante y mimada, y sólo viendola dormir en su pecho, con esa cara tan delicada y sexi, se había replanteado todo pensamiento vulgar y ridículo sobre ella, ahora no sólo su mujer era suya, ella lo tenía a él amarrado y sumiso a su placer.

Deposito un beso los labios de su dormida esposa susurrando un TE AMO amore mío...

Mi Esposa, Mi Obsesión... (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora