Killian entró furioso al camarote y tiró todo lo que se encontró en frente de él abajo. Estaba al límite, no podía creer que se había dejado llevar y había armado todo ese lío. Pateó una silla fuertemente mandándola contra la pared y bufó. Sabía que no había que darle mucha cuerda para que se saliera de control, con cualquier cosa se alteraba y por eso evitaba el contacto social; odiaba perder los estribos de esa forma.
Lo peor de todo es que ahora los había perdido por Clarisse ¿Por qué rayos había hecho eso? Se preguntaba a sí mismo porque no entendía, o bueno, sí que lo hacía. No quería que Allaric volviera a herirla, aunque estuviera claro de que Clarisse seguía persiguiéndolo como una idiota, no quería que le hiciera daño ¿El porqué? Pues simple, solo porque tenía claro que ella era algo más que una niña sin amor propio.
—Killian— escuchó el susurro de la voz de Clarisse al otro lado de la puerta de su camarote—¿Estás...?— y ella no había acabado de preguntar cuando él abrió la puerta agresivamente haciéndola chocar con la pared.
—¿Qué rayos quieres?— preguntó molesto y ella dio un paso hacia atrás mirando hacia el suelo al notar su estado. Killian respiró hondo sabiendo que no debía tratarla así, hacía un momento había golpeado a Allaric por ello y ahora él no podía hacerle lo mismo—. Clarisse, ahora no me encuentro muy bien, por...
—Ya sé que no estás bien— dijo ella levantando la vista para verle a los ojos—, por eso estoy aquí.
Killian alzó las cejas del asombro y vio como ella entraba sin decir más nada. Se volteó para verla sin entender ni un poco lo que pasaba por la cabeza de esa chiquilla.
—Esto es un desastre— se quejó Clarisse levantando todo del suelo y él aún la miraba estupefacto. Ella terminó de poner algunas cosas en su lugar y le miró arqueando una ceja—¿Qué haces ahí parado? Siéntate que tengo que curarte esas heridas— le dijo en tono autoritario pero el no se movió. Ella chasqueó la lengua y fue hasta donde estaba agarrándole del brazo y haciéndo que se sentara sobre el catre donde supuso que dormía él.
Clarisse tomó una especie de botiquín que el intento de médico del barco le había dado, luego de saber que ella tenía ese tipo de conocimientos también, y se sentó junto a Killian. Tomó el rostro de él entre sus manos examinando sus facciones magulladas por los golpes.
—Sí que pega duro— comentó viendo que tenía unos cuantos moretones y el labio roto
—Yo también— se defendió
Killian y ella enarcó una ceja.—Eso no importa, Allaric es un vampiro, las heridas se le curan solas— dijo en tono de reproche y tomó una gaza con alcohol (ron) comenzando a desinfectar las heridas con esta.
—Ah— se quejó él y ella le miró con los ojos entrecerrados— ¿Qué? Me duele.
—No sabía que fueses tan llorón— soltó con burla y siguió curándole con denuedo.
Killian la observaba con atención mientras lo hacía. Sus rostros estaban muy cerca, nada nuevo, no sería la primera vez que estaban a esa distancia, pero ahora...
—¿Por qué te empeñas en querer ser como Diamond si eres buena en este tipo de cosas?— preguntó y ella se detuvo para mirarle—. Te he visto y eres muy buena curando heridas, cuando llegamos al Faucon ayudaste a todos los hombres de Allaric, incluso volviste a conseguir que te dieran de estas cosas aquí. Eres buena con la medicina ¿Por qué empeñarte en ser como alguien más cuando eres así?
—Nunca dije que quería ser como ella— respondió algo bajo dejando a un lado la gaza con la que le había estado curando—, no quiero aprender solo para impresionar, quiero saber defenderme, no quiero...
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Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)
FantasyHistoria inspirada en la canción Diamond Heart de Allan Walker. Love You in Black & Blue (Amarte en negro y azul) es la segunda parte de Diamond Heart, así que si aún no la has leído, deberías pasarte por allá para poder entender esta, estoy segura...